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Hay ocasiones en las que se pueden combinar varias formas de arte de manera conjunta, cosa que han hecho los noruegos Satyricon con uno de los artistas más conocidos de su país, Edvard Munch. El motivo de esta unión se debe a una exposición del propio Munch que fue inaugurada a inicios del mes de junio y que se podrá visitar hasta el mes de agosto en el Museo Munch de Oslo.
Esta obra es algo conceptual, lo encontramos en un solo tema (si se escucha en formato digital) con una duración de 56 minutos, lo que sería la media de duración de la visita de la propia exposición. Esto implica que no vamos a encontrarnos un sonido habitual del black de Satyricon, sino que estamos ante algo mucho más ambiental, donde las guitarras, el bajo o la batería apenas tienen cabida. En su lugar, podemos apreciar sonidos de teclados, órganos, violines, violas, teremín y una larga lista de instrumentos para darle ese toque de solemnidad y junto con ese toque del black metal que les caracteriza. Eso no quiere decir que haya momentos en los que escuchemos sonidos más característicos del grupo.
El motivo de la creación de este concepto es por la atracción que siente Satyr por la obra de Munch, ya que no se limita solamente a la colaboración en la exposición, ya que también le ha servido para expresar la filosofía y el modo de ver la vida que le inspiran sus obras. Por ello, es por lo que han decidido enfocar este disco de una manera totalmente diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Es por eso por lo que define directamente como Satyricon en estado puro, ya que, según él, no se le puede poner ningún tipo de calificativo a esto.
Es por eso por lo que no se debe de escuchar esta obra con una idea preconcebida de que se van a escuchar canciones del estilo típico de su black noruego, es algo que recomiendo oír leyendo un libro, ya que es algo que puede acompañar a la perfección por ese ambiente oscuro que genera alrededor del oyente.
English:
There are occasions when several art forms can be combined together, which is what the Norwegians Satyricon have done with one of their country’s best known artists, Edvard Munch. The reason for this union is due to an exhibition of Munch himself that was inaugurated at the beginning of June and can be visited until August at the Munch Museum in Oslo.
This work is somewhat conceptual, we find it in a single theme (if listened to in digital format) with a duration of 56 minutes, which would be the average duration of the visit of the exhibition itself. This implies that we are not going to find a usual Satyricon black sound, but we are facing something much more ambient, where guitars, bass or drums hardly have a place. Instead, we can appreciate sounds of keyboards, organs, violins, violas, teremin and a long list of instruments to give it that touch of solemnity and together with that touch of black metal that characterizes them. That does not mean that there are moments in which we hear sounds more characteristic of the band.
The reason for the creation of this concept is because of the attraction that Satyr feels for Munch‘s work, since it is not limited only to the collaboration in the exhibition, as it has also served to express the philosophy and the way of seeing life that his works inspire him. That is why they have decided to approach this album in a totally different way to what we are used to. That is why he defines it directly as Satyricon in its pure state, since, according to him, it is not possible to put any kind of qualifier to this.
That is why you should not listen to this work with a preconceived idea that you are going to listen to songs in the typical style of their Norwegian black, it is something that I recommend listening to reading a book, as it is something that can accompany perfectly by that dark atmosphere that generates around the listener.