El pasado 2021 fue un año muy prolífico en cuanto a lanzamientos discográficos se refiere, vamos como viene siendo habitual últimamente, con lo cuál es prácticamente imposible hincarle el diente a todos los discos que nos llegan. A pesar de esto, y más vale tarde que nunca, he tenido a bien rescatar el “Burn The Witch” de los jóvenes finlandeses Bloody Falls, siendo este su segundo disco y el primero con el sello Art Gates Records.
Lo primero que me llamó la atención fue el tipo de letra que han empleado para su renovado logo. Metal extremo, me dije, y no iba mal encaminado, aunque mejor voy a desgranar el disco porque las apariencias, a veces, engañan. “Insurrection” abre el álbum con una intro oscura (algo teatral) que rápidamente irá abriéndose camino combinando death metal melódico y groove metal, o lo que es lo mismo, a través de unas guitarras potentes y melódicas y una base rítmica y una voz gutural aplastantes. No se puede empezar de mejor. ¡Temazo!
Con lo que viene a continuación, “Soul Ripper” y “A Reason To Live”, corres el riesgo de acabar con problemas de cervicales, ya que desde el principio la caña está asegurada, incluso la batería sube de revoluciones. En estos temas también nos vamos a encontrar con algún momento más pesado, que viene bien para darnos un breve respiro, riffs vibrantes, estribillos pegadizos y gruñidos grupales, de los cuales el principal (Antero Hakala) llega a niveles estratosféricos, incluso coqueteando con el black metal.
“Descend” me resulta algo más alegre, diría que del estilo de Lacuna Coil, seguramente sea por la colaboración de la cantante de pop rock Salla Flinkman, que también aparece en el tema que dá título al disco, “Burn The Witch”, repleto de técnica, cambios de ritmos y arreglos orquestales un tanto tétricos, en plan Cradle Of Filth, y en “Last Rites”, dándole un toque más moderno, directo y groove. En general, las variaciones vocales entre lo gutural y lo delicado son de lo más interesante.
“Self Inflicted Pain” es una apisonadora en todos los sentidos, si bien tiene partes más grooves, donde bajo y batería marcan un ritmo muy contundente en toda la canción, las guitarras te van a pegar un latigazo importante, de hecho, suena a thrash metal en muchos momentos. Sería un delito que este tema no fuera para los directos. Al igual que “Braindead”, otro trallazo que anda entre In Flames y Machine Head, casi nada.
“Realm Of The Unseen” puede ser un tema engañoso, digo esto porque desde luego es denso y tranquilo (siendo generoso), aunque lo cierto es que tiene unos riffs muy profundos, voces en off, algún elemento sintético de fondo que puede sonar oscuro y moderno, pero al final siempre te vas a encontrar con suficientes dosis de gruñidos, potencia y melodías.
El disco finaliza con la atmosférica “Father Of Sin” y esta sí que es la canción más densa, pausada y extensa de todo el disco. Me recuerda a esos pasajes de tonos oscuros o melancólicos muy característicos de los portugueses Moonspell, y aunque Bloody Falls aparquen su lado más rabioso consiguen darle su propio toque personal, lleno de riffs cortantes, técnica e intensidad.
Conclusión, hace bastante tiempo que no disfrutaba tanto con un disco, y más de este estilo (death/groove metal). Un discazo como lo es este “Burn The Witch” que no dejará indiferente a nadie y que deja a Bloody Falls como una de las bandas más prometedoras de los próximos años. Si no, al tiempo.
English:
The past 2021 was a very prolific year in terms of record releases, we are going as usual lately, with which it is practically impossible to sink your teeth into all the records that come to us. Despite this, and better late than never, I have seen fit to rescue “Burn The Witch” by the young Finns Bloody Falls, this being their second album and the first with the Art Gates Records label.
The first thing that caught my attention was the font used for their renewed logo. Extreme metal, I told myself, and I wasn’t on the wrong track, although I’d better break down the album because appearances are sometimes deceiving. “Insurrection” opens the album with a dark (somewhat theatrical) intro that will quickly make its way combining melodic death metal and groove metal, or what is the same, through powerful and melodic guitars and a rhythmic base and a guttural voice. crushing. Can’t start better. Great song!
With what comes next, “Soul Ripper” and “A Reason To Live”, you run the risk of ending up with cervical problems, since from the beginning the reed is insured, even the drums rev up. In these themes we are also going to find some heavier moments, which come in handy to give us a brief respite, vibrant riffs, catchy choruses and group growls, of which the main one (Antero Hakala) reaches stratospheric levels, even flirting with the black metal.
I find “Descend” somewhat happier, I would say in the Lacuna Coil style, probably due to the collaboration of pop rock singer Salla Flinkman, who also appears on the album’s title track, “Burn The Witch”, packed with of technique, changes of rhythm and somewhat gloomy orchestral arrangements, in the style of Cradle Of Filth, and in “Last Rites”, giving it a more modern, direct and grooved touch. In general, the vocal variations between throaty and delicate are most interesting.
“Self Inflicted Pain” is a steamroller in every way, although it has more groove parts, where bass and drums mark a very forceful rhythm throughout the song, the guitars are going to hit you hard, in fact, it sounds like thrash metal at many times. It would be a crime if this song wasn’t for live performances. Like “Braindead”, another whiplash that is between In Flames and Machine Head, almost nothing.
“Realm Of The Unseen” can be a misleading song, I say this because of course it is dense and calm (being generous), although the truth is that it has some very deep riffs, voiceovers, some background synthetic element that can sound dark and modern, but in the end you will always find yourself with enough doses of growls, power and melodies.
The album ends with the atmospheric “Father Of Sin” and this is indeed the most dense, slow and extensive song on the entire album. It reminds me of those passages of dark or melancholic tones that are very characteristic of the Portuguese Moonspell, and although Bloody Falls put aside their most rabid side, they manage to give it their own personal touch, full of cutting riffs, technique and intensity.
Conclusion, it’s been a long time since I enjoyed an album so much, and more of this style (death/groove metal). A great album like this “Burn The Witch” that will not leave anyone indifferent and that leaves Bloody Falls as one of the most promising bands of the next few years. If not, on time.
BURN THE WITCH:
- Insurrection (5:06)
- Soul Ripper (5:38)
- A Reason To Live (3:02)
- Descend (6:14)
- Self Inflicted Pain (3:36)
- Burn The Witch (4:49)
- Braindead (4:23)
- Realm Of The Unseen (4:14)
- Last Rites (4:00)
- Father Of Sin (8:01)
BLOODY FALLS:
Antero Hakala – Vocals
Stavros Mathios – Guitar
Marko Mäkinen – Guitar
Mika Lehtinen – Bass
Rami Vartiainen – Drums