[English below]
Los black metaleros alemanes Agathodaimon están de vuelta, y nunca mejor dicho, ya que en 2014 anunciaron su separación después de casi veinte años en activo y seis discos a sus espaldas. Pero en 2020, justo antes del confinamiento por el dichoso virus, Sathonys (miembro fundador, guitarra y voces limpias), decidió retomar la actividad junto a Ashtrael, el último cantante que tuvo la banda. Por lo tanto, se vieron obligados a reclutar savia nueva para completar la formación: el guitarra Nakhateth (Omega Point, Sektor), el bajista Von Yanesh (All Will Know, Ravage Fields) y el batería Mortos (Cravenhall, Dagdrøm, The Morgrotuskthululustoccultobskullty Horrormance).
Si a Sathonys le llegan a decir que se aproximaba una pandemia igual hubiera cambiado de decisión, o no, porque seguramente le ha venido bien todo este tiempo para componer lo que ahora es “The Seven”. Casualmente, séptimo disco de Agathodaimon, aunque en realidad, su título también hace referencia a los siete pecados capitales, que es de lo que trata este nuevo trabajo, siendo producido por el que fuera su productor habitual, Kristian Kohlmannslehner (Aborted, Benighted, Crematory, Lacrimas Profundere, Powerwolf, etc.) y que vió la luz el pasado 18 de marzo, a través de Napalm Records.
Hay que decir que Agathodaimon no es la típica banda de black metal al uso. Su estilo nunca se ha quedado estancado en los clichés del género, los guturales chirriantes o los blast beats ultra rápidos, sino que su música siempre fue evolucionando gracias a composiciones más elaboradas, donde el gusto por el metal sinfónico y el gothic metal también han jugado un papel bastante importante dentro de una temática relacionada con el ocultismo, los demonios, el romanticismo, la mitología, etc. Así que, si te gustan Cradle of Filth, Darzamat, Dimmu Borgir, Graveworm o Rotting Christ, probablemente serás seguidor de Agathodaimon, y si no, ya sabes por dónde van los tiros.
“The Seven” se abre con la prometedora “La Haine”. Un ejemplo claro de lo que hemos comentado anteriormente. Riffs intensos de apertura, percusión rápida, voces abrasadoras, pasajes atmosféricos, pero según van pasando los segundos todo se vuelve más oscuro y pausado. El ritmo decae y las voces se sienten profundas y limpias (aquí es donde entra en juego Sathonys). Esto crea un ambiente un tanto épico, pero que al final acabará con la misma intensidad del principio.
“Ain’t Death Grand” tiene una combinación de sinfonías y atmósferas que te recordarán a Cradle of Filth y Dimmu Borgir. En este no hay demasiadas concesiones, las voces ásperas y una excelente gama de riffs intensos consiguen que, posiblemente, sea uno de los mejores temas del álbum. Por cierto, hay un cambio de ritmo (minuto 3 aprox.) de lo más heavy, con doble bombo y un riff brutal, que me ha sorprendido gratamente. ¡Temazo!
“Wolf Within” te ataca con intensidad y velocidad en su inicio, para luego llevarte a un terreno sinfónico sutil, épico, denso y contundente. Aquí la mezcla de black metal y gothic metal tiene un trasfondo discreto pero efectivo, los cambios de ritmo están presentes, incluso en algún momento se acercan al doom metal, las guitarras suenan melódicas, siendo estas y la parte coral lo más destacado. Voces agresivas, distorsionadas, limpias y habladas se van sucediendo a lo largo del tema.
La dinámica de “Ghosts of Greed” puede sorprender a más de uno/a, aunque en un principio no te lo parezca, pero luego el black metal queda relegado a un segundo plano, dando lugar a una mezcla entre gothic metal y rock n’ roll (me vienen a la cabeza Type O Negative y Chrome Division, y no sé porqué). Las voces de uno y las guitarras del otro son características de ambos estilos que aquí se unen de manera efectiva, incluso diría que algunos riffs suenan bluseros. Con lo cual, los guitarristas Sathonys y Nakhateth me han dejado impresionado con este complejo tema y esa extraña combinación de estilos.
Continuando con ese dinamismo y complejidad llega “Mother of All Gods”. Una de las canciones más sinfónicas y atmosféricas, hasta ahora, ya que cuenta con unos arreglos orquestales muy poderosos, sin dejar de ser un tema potente, ni oscuro tampoco. También, presenta una aparición especial, además de componer la letra, la de Vlad Dracul, ex vocalista de Agathodaimon, y que no colaboraba con la banda desde 1999.
De “Estrangement”, me gusta la atmósfera misteriosa y sombría que desprende y la forma en la que se implementan las partes lentas y melódicas con las agresivas. Es un tema directo pero intenso y desgarrador, que va de menos a más, y donde las voces, melancólicas y potentes, te vuelven a impresionar. Da la sensación de que todo está muy medido (cada cosa en su sitio) y muy conseguido.
“In my Dreams (Part 1 – Prelude)” es una breve pieza instrumental, ligeramente sombría, que precede y se fusiona con “In my Dreams (Part 2 – In Bitterness)”, continuando esa misma línea del preludio, moviéndose por pasajes densos, medios tiempos góticos y estallidos sonoros, quedando claro que le han cojido el gusto a eso de fusionar black metal y gothic metal.
Para “Kyrie / Gloria” han reclutado a Julien Truchan de Benighted, quien ofrece gritos agudos en una tema que bien podrían firmar los Cradle of Filth, sobre todo al principio del tema. Aunque, su estructura en general es lenta y pesada, más cercana al doom metal (voces de ultratumba inclusive), pero resulta que al final acaba de una forma siniestra y al más puro estilo black metal.
La canción más compleja del disco, y la de mayor duración (7:05), es la última. “The Divine”, y haciendo honor a su nombre, es una grandiosa o “divina” pieza de lo que yo considero como black metal sinfónico. Vale, sí. Es inevitable pensar en Dimmu Borgir, y un poco en Cradle of Filth, aunque aquí también hay pasajes más lentos, incluso algún elemento progresivo, pero hay que reconocer que las orquestaciones, todos esos arreglos pomposos, esas atmósferas oscuras, se llevan la palma. ¡Temazo!
Conclusión, a Agathodaimon le ha venido de perlas el letargo, porque han vuelto con más ganas que nunca y con las pilas cargadas (formación renovada). “The Seven” es un gran disco de black/gothic metal sinfónico, y doom metal (quizás esta faceta es la que más sorprenda a los fans, pero por otra parte, seguro que gana otros adeptos, como, por ejemplo, seguidores de My Dying Bride), para escuchar con detenimiento y, posiblemente, el mejor producido hasta la fecha.
English:
The German black metallers Agathodaimon are back, and never better said, since in 2014 they announced their separation after almost twenty years active and six albums behind them. But in 2020, just before confinement due to the virus, Sathonys (founding member, guitar and clean vocals), decided to resume activity with Ashtrael, the last singer the band had. Therefore, they were forced to recruit new blood to complete the line-up: guitarist Nakhateth (Omega Point, Sektor), bassist Von Yanesh (All Will Know, Ravage Fields) and drummer Mortos (Cravenhall, Dagdrøm, The Morgrotuskthululustoccultobskullty Horrormance ).
If Sathonys was told that a pandemic was approaching, he would still have changed his decision, or not, because all this time has surely served him well to compose what is now “The Seven”. Coincidentally, Agathodaimon‘s seventh album, although in reality, its title also refers to the seven deadly sins, which is what this new work is about, being produced by his usual producer, Kristian Kohlmannslehner (Aborted, Benighted, Crematory, Lacrimas Profundere, Powerwolf, etc.) and which was released on March 18, through Napalm Records.
It must be said that Agathodaimon is not your typical black metal band. His style has never been stuck in the clichés of the genre, the screeching gutturals or the ultra-fast blast beats, but his music has always evolved thanks to more elaborate compositions, where the taste for symphonic metal and gothic metal have also played a role a fairly important role within a theme related to the occult, demons, romanticism, mythology, etc. So if you like Cradle of Filth, Darzamat, Dimmu Borgir, Graveworm, or Rotting Christ, you’re probably going to be a fan of Agathodaimon, and if not, you know where the shots are coming from.
“The Seven” opens with the up-and-coming “La Haine”. A clear example of what we have discussed above. Intense opening riffs, fast percussion, searing vocals, atmospheric passages, but as the seconds go by everything gets darker and slower. The beat drops and the vocals feel deep and clean (this is where Sathonys comes in). This creates a somewhat epic atmosphere, but in the end it will end with the same intensity as the beginning.
“Ain’t Death Grand” has a combination of symphonies and atmospheres that will remind you of Cradle of Filth and Dimmu Borgir. There aren’t too many concessions on this one, rough vocals and an excellent range of intense riffs make it possibly one of the best tracks on the album. By the way, there is a very heavy change of rhythm (minute 3 approx.), with a double bass drum and a brutal riff, which pleasantly surprised me. Great song!
“Wolf Within” attacks you with intensity and speed at the beginning, and then takes you to a subtle, epic, dense and forceful symphonic terrain. Here the mixture of black metal and gothic metal has a discreet but effective background, the rhythm changes are present, even at some point they approach doom metal, the guitars sound melodic, being these and the choral part the most outstanding. Aggressive, distorted, clean and spoken voices follow one another throughout the song.
The dynamics of “Ghosts of Greed” may surprise more than one, although at first it may not seem like it, but then black metal is relegated to the background, giving rise to a mix between gothic metal and rock n’ roll (Type O Negative and Chrome Division come to mind, and I don’t know why). The voices of one and the guitars of the other are characteristics of both styles that come together effectively here, I would even say that some riffs sound bluesy. With which, the guitarists Sathonys and Nakhateth have impressed me with this complex theme and that strange combination of styles.
Continuing with that dynamism and complexity comes “Mother of All Gods”. One of the most symphonic and atmospheric songs, up to now, since it has some very powerful orchestral arrangements, without ceasing to be a powerful theme, nor dark either. Also, it presents a special appearance, in addition to composing the lyrics, that of Vlad Dracul, former vocalist of Agathodaimon, and who had not collaborated with the band since 1999.
From “Estrangement”, I like the mysterious and gloomy atmosphere it gives off and the way the slow and melodic parts are implemented with the aggressive ones. It is a direct but intense and heartbreaking song, which goes from less to more, and where the voices, melancholic and powerful, impress you again. It gives the feeling that everything is very measured (everything in its place) and very successful.
“In my Dreams (Part 1 – Prelude)” is a short, slightly somber instrumental piece that precedes and merges with “In my Dreams (Part 2 – In Bitterness)”, continuing in the same vein as the prelude, moving through dense passages, gothic mid-tempos and sound explosions, making it clear that they have taken a liking to that of merging black metal and gothic metal.
For “Kyrie / Gloria” they have recruited Julien Truchan from Benighted, who offers high-pitched screams in a song that could well be written by Cradle of Filth, especially at the beginning of the song. Although its structure in general is slow and heavy, closer to doom metal (voices from beyond the grave included), it turns out that in the end it ends in a sinister way and in the purest black metal style.
The most complex song on the album, and the longest (7:05), is the last one. “The Divine”, and living up to its name, is a great or “divine” piece of what I consider to be symphonic black metal. OK yes. It is inevitable to think of Dimmu Borgir, and a bit of Cradle of Filth, although there are also slower passages here, even some progressive elements, but we must admit that the orchestrations, all those pompous arrangements, those dark atmospheres, take the cake. Great song!
Conclusion, lethargy has come in handy for Agathodaimon, because they have returned with more enthusiasm than ever and with their batteries charged (renewed training). “The Seven” is a great album of symphonic black/gothic metal, and doom metal (perhaps this facet is the one that most surprises fans, but on the other hand, it will surely win over other followers, such as, for example, followers of My Dying Bride), to listen carefully and possibly the best produced to date.
THE SEVEN:
- La Haine (5:00)
- Ain’t Death Grand (4:14)
- Wolf Within (5:07)
- Ghosts of Greed (5:15)
- Mother of All Gods (6:25)
- Estrangement (4:12)
- In My Dreams (Part 1: Prelude) (1:56)
- In My Dreams (Part 2: In Bitterness) (4:36)
- Kyrie / Gloria (4:13)
- The Divine (7:05)