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Seguramente si hablamos de Evanescence, lo hagamos de una de las últimas bandas “superventas” (pero superventas en serio), con su aclamado “Fallen” (de 2003) la banda que lidera Amy Lee consiguió explotar a nivel mundial vendiendo más de 17 millones de copias a nivel mundial, lo que los colocó como una de las bandas más importantes de la década del 2000 y puso a Amy en el centro de todas las miradas ya que su talento compositivo y su estilo poco tenían que ver con las estrellas femeninas que triunfaban por aquel entonces, más de una cantante de rock o metal te puede decir que empezaron a cantar gracias a ella y a otras compañeras como Cristina Scabbia o incluso en un terreno más pop/rock Avril Lavigne.
Pero luego de aquel mega éxito la banda poco a poco sufrió las presiones de la industria y el binomio compositivo Amy Lee/Ben Moody se deshizo y cada uno siguió por su lado en una amarga ruptura que se pudo ver en el tercer disco de la banda “Evanescence” que no llegó a alcanzar ni de lejos las cifras que tuvieron sus dos primeros trabajos.
Sea como sea y a 18 años de su debut la banda vuelve a escena tras 4 años desde su último disco de estudio “Synthesis” (que recopilaba algunos de sus temas más conocidos pero sumándoles arreglos orquestales y partes electrónicas) y a 10 años desde su último disco con canciones propias y la pregunta es ¿Han recuperado esa magia que tenían en sus días dorados?
Lo cierto es que escuchando en profundidad el disco, la sensación que te deja es como si se hubiese detenido el tiempo y la banda siguiese en aquellos días en donde eran uno de los grupos más importantes del planeta.
Tras una intro lenta y muy oscura “Intro, Artifact, The Truth”, en donde sólo podemos percibir la delicada voz de Amy Lee, la banda arranca con un binomio que igual no gusta a partes iguales ya que “Broken Pices Shine” nos devuelve a la era de “The Open Door” y podría hacer las delicias de los fans más old school de la banda mientras que en “The Game Is Over”, la banda sigue una línea continuista de la era “Fallen” pero sin alcanzar la maestría de himnos como “Imaginary” o “Tourniquet”, lo cual puede hacer un poquito de ruido entre los fans que esperaban algún tipo de innovación en el sonido clásico de Evanescence, pero que para mi son dos cartas muy buenas de presentación y que dejan paso a la rockera y agridulce “Better Off Without You”, que comienza con un tintineo para enseguida dar paso a las guitarras de Jen Majura y Troy McLawthorn, además destaca la voz aterciopelada de Lee que sigue sonando y emocionando como el primer día y se nota que ha dejado todo lo que tiene en estas canciones y eso produce escalofrios cuando llega a las notas más altas.
Por supuesto que hay lugar para Amy y solo ella, esto se pone de manifiesto en “Wasted On You”, en donde la voz de ella te envuelve desde el primer segundo y parece una capa de seda en medio de la oscuridad, quizás es un tema algo menos rebuscado que los anteriores pero la letra te hace añicos por dentro y como la canta ella es simplemente maravilloso, sin duda una de las mejores canciones de Evanescence a lo largo de su carrera.
Lo mismo ocurre con la escalofriante “Far From Heaven”, que podría ser la hermanita pequeña de temas como “Lithium” o “My Immortal”, y donde el teclado llora lágrimas mientras Amy recita los versos de la canción y puedes hasta sentir su respiración en cada nota calándote hasta lo más profundo del alma, esta es de esas canciones en las que Amy Lee no tiene apenas rivales y que demuestra que no hace falta distorsión ni bases contundentes para emocionar al oyente.
Por el contrario hay dos piezas que sorprenden: el giro alternativo electrónico en “Yeah Right”, con ecos de la mejor versión de Muse (si aquella que no se ve hace años al menos en audio) y que se te pegará en el cerebro desde la primera escucha y la otra es la comprometida y delicada (en el aspecto lírico) “Use My Voice”, en donde Amy responde al caso de agresión sexual que cometió Brock Turner en 2016 y que salió como single el año pasado y que ahora tiene un tinte político bastante potente sobre todo en esa parte en donde vemos a una Amy muy cabreada gritando “Don’t You Speak For Me” (No hables por mi!) que podría ser el lema del 8M como también del cansancio que sufre la gente cuando ciertos partidos políticos o personajes políticos se llenan la boca hablando del país y lo único que hacen es promover el odio y la repulsa, ella se planta y dice Basta ya de hablar por todos, no hables por mi que no me representas, podría ser tomada así esta canción y me parece un giro bastante interesante.
Quizás diez años sin sacar material nuevo sea excesivo (pero es el caso de System Of A Down que ya van por 16 años o incluso Tool que tardaron 15 también) pero cuando se vuelve de esta forma, uno no puede más que aplaudir y alegrarse de haber sido paciente todo este tiempo ya que Evanescence han vuelto por la puerta grande y ojalá que sea por muchos años más, porque en esta era digital y efímera músicos tan sinceros y con tanta calidad como Amy Lee son absolutamente necesarios, bienvenidos de vuelta chicos.
Texto Lucas Capeluto
English:
Surely if we talk about Evanescence, let’s talk about one of the last “best-selling” bands (but seriously best-selling), with their acclaimed “Fallen” (from 2003) the band led by Amy Lee managed to explode worldwide, selling more than 17 million of copies worldwide, which placed them as one of the most important bands of the 2000s and put Amy in the center of all eyes since her compositional talent and her style had little to do with the female stars that They were triumphing at that time, more than one rock or metal singer can tell you that they started singing thanks to her and other colleagues like Cristina Scabbia or even in a more pop / rock field Avril Lavigne.
But after that mega success the band little by little suffered the pressures of the industry and the compositional binomial Amy Lee / Ben Moody unraveled and each one continued by their side in a bitter break that could be seen on the band’s third album. “Evanescence” that did not reach anywhere near the figures that had its first two works.
Be that as it may, 18 years after their debut, the band returns to the scene after 4 years since their last studio album “Synthesis” (which compiled some of their best-known songs but adding orchestral arrangements and electronic parts) and 10 years since their last album. with their own songs and the question is, have they recovered that magic that they had in their golden days?
The truth is that listening to the album in depth, the feeling it leaves you is as if time had stopped and the band continued in those days when they were one of the most important groups on the planet.
After a slow and very dark intro “Intro, Artifact, The Truth”, where we can only perceive the delicate voice of Amy Lee, the band starts with a pair that just doesn’t like equal parts since “Broken Pices Shine” returns us to the era of “The Open Door” and could delight the most old school fans of the band while in “The Game Is Over”, the band follows a continuity line of the era “Fallen” but without reaching mastery of hymns like “Imaginary” or “Tourniquet”, which can make a bit of noise among fans who were expecting some kind of innovation in the classic Evanescence sound, but which for me are two very good presentation cards and that give way to the bittersweet rocker “Better Off Without You”, which begins with a jingle to immediately give way to the guitars of Jen Majura and Troy McLawthorn, it also highlights Lee’s velvety voice that continues to sound and excite like the first day and it shows that he has left everything he has in these dogs tions and it chills when she hits the highest notes.
Of course there is a place for Amy and only her, this is revealed in “Wasted On You”, where her voice envelops you from the first second and it seems like a silk cape in the middle of the darkness, perhaps it is a It’s a bit less far-fetched than the previous ones, but the lyrics smash you inside and how she sings it is simply wonderful, without a doubt one of the best Evanescence songs throughout her career.
The same goes for the chilling “Far From Heaven”, which could be the little sister of songs like “Lithium” or “My Immortal”, and where the keyboard cries tears while Amy recites the verses of the song and you can even feel her breath In each note sinking to the depths of your soul, this is one of those songs in which Amy Lee has hardly any rivals and that shows that you do not need distortion or strong bases to excite the listener.
On the contrary, there are two surprising pieces: the alternative electronic twist in “Yeah Right”, with echoes of the best version of Muse (if the one that hasn’t been seen for years at least in audio) and that will stick in your brain from the first listen and the other is the committed and delicate (lyrically) “Use My Voice”, where Amy responds to the case of sexual assault that Brock Turner committed in 2016 and that came out as a single last year and now has a very powerful political tinge especially in that part where we see a very angry Amy shouting “Don’t You Speak For Me” (Don’t speak for me!) which could be the motto of 8M as well as the fatigue that people suffer When certain political parties or political figures fill their mouths talking about the country and all they do is promote hatred and rejection, she stands up and says Enough talking for everyone, do not speak for me, you do not represent me, it could be taken this song like that and it seems to me a quite interesting twist sante.
Perhaps ten years without releasing new material is excessive (but it is the case of System Of A Down that has already been 16 years or even Tool that took 15 too) but when it comes back in this way, one can only applaud and rejoice. have been patient all this time since Evanescence have returned through the big door and I hope it will be for many more years, because in this digital and ephemeral era as sincere and quality musicians as Amy Lee are absolutely necessary, welcome back guys.
Text: Lucas Capeluto