La banda que lidera Txus vuelve con su nuevo disco “Bandera Negra” y como no, lo hace envuelto en cierta polémica debido primero y a nivel personal es que es el primer disco que graban sin sus dos (ahora ex) guitarristas Carlitos y Frank quienes dejaron la banda tras más de 20 años en la misma y que ahora han sido sustituidos por Manuel Soane , habitual colaborador de la banda y el ex-Zenobia Victor De Andrés , tras la partida del mismo de su (ahora ex) banda habitual.
Pero aquí no acaba la controversia ya que los dos primeros adelantos que pudimos escuchar del disco no convencieron a (casi) nadie y es que ni su coqueteo con el ska fiestero en “Tu Madre Es Una Cabra” a dúo con La Pegatina ni el intento de “recuperar” a los Mägo más fiesteros y desenfadados en “El Cervezo”, han dado buenos resultados musicales al disco, quizás la primera tiene algo más de gracia por el sonido que parece más de La Pegatina que de los propios Mägo pero ambas restan puntos al resultado final del disco siendo justos.
En el disco el mayor problema que nos vamos a encontrar y que en cierto modo pasaba con su anterior disco (“Ira Dei”, ndr.) es su irregularidad entre las canciones y que pueden llevar al oyente a saltarse algunos temas y dedicarse a escuchar solamente las más destacadas.
Mientras la inicial y extensa “Al Abordaje” y sobre todo “Bandera Negra” , cumplen con su función de canciones complejas y con muchos pasajes musicales , quizás la mejor cara del disco la pone la trilogía que conforman “Nunca Te Fallare” (enorme el trabajo de Patricia Tapia aquí mucho mejor que Zeta siendo honestos) , “La Dama Del Mar” y “El Aplauso Herido” , quizás la mejor de las tres y una de las mejores de todo el disco sin duda alguna.
Luego tenemos temas más prototípicos dentro del sonido “Mägo” como podrían ser el dueto con Carlos Escobedo (Sôber) en “Guerra y Paz” , la proximidad con el AOR o el rock americano clásico en “Abrazos Que Curan” y la bella balada “Quiero Que Apagues Mi Luz” , en donde demuestran que en este terreno no tienen apenas rivales y lo que sorprende es que no es la típica balada épica de Mägo pero emociona igualmente.
Y tenemos dos interludios que siendo justos no aportan gran cosa al disco , como tampoco lo hace “Resacosix En Pandemia” , en donde fracasan de nuevo a la hora de intentar hacer un tema festivo y en la onda de las mega clásicas “Fiesta Pagana” , “La Posada De Los Muertos” o incluso la rockerisima (y de lo mejor del nefasto Gaia III) “Vodka & Roll”, pero donde estas triunfaron y pegaron fuerte entre el gran público , esta dudo que sea muy recordada cuando llegue su siguiente disco.
Mägo sigue a lo suyo experimentando con otros sonidos y la idea de alejarse del sonido oscuro y bastante denso de “Ira Dei”, era buena pero lamentablemente el disco no acompaña en todas las canciones y al final se queda en un “Quiero pero no acabo de saber resolver…”, tiene algunas piezas interesantes pero en el resultado final acaba quedándose a medias.
Destacar eso sí, la inmensa labor de Patricia Tapia a las voces quién vuelve a demostrar lo gran vocalista que es y lo bien que hicieron Mägo al fijarse en ella hace más de una década ya que es la componente de la banda que mejor labor realiza a lo largo del álbum.
Mägo resisten en su nuevo trabajo, pero a una banda del calibre de ellos hay que exigirles mucho más y esperemos que esto sea sólo un trabajo de transición y que levanten el vuelo con el siguiente, sabemos que son capaces de hacerlo y de superar este nuevo y correcto trabajo.
Texto: Lucas Capeluto