El pasado 7 de septiembre veía la luz Musa, quinto álbum de estudio de la banda logroñesa Láudano, un grupo que ha contado para este lanzamiento con un elenco de músicos clásicos magníficos, violín, clarinete, viola y violonchelo, para fusionarse con el metal gótico que proporciona unas guitarras potentes y oscuras. Además, la soprano Rebeca Cámara, con su hipnotizante voz, el virtuoso batería Jorge Sánchez y la teclista Mónica Camarero, completan una formación musical que han hecho de Musa una gran obra, con un sonido y una producción tremenda, y difícil de encasillar en cuanto a género musical se refiere. Desde Algo de Rock hemos querido, como es natural, dedicar unas líneas de análisis de este flamante disco.
Comienza Musa con una corta intro, para escuchar con los ojos cerrados y meditar, aunque sea durante dos minutos, escuchando los pájaros que pían de fondo y una larga nota, grave y penetrante que prepara el cuerpo para un primer movimiento que empieza con una melodía celestial, con unos acordes muy definidos que se repiten de manera hipnótica entre el teclado y el clarinete, en un in crescendo maravilloso. No es hasta casi el segundo minuto cuando entra la batería y ya para terminar de romper, con todo ya arriba, aparecen las voces, delicadas y espeluznantes, masculina y femenina, que hablan de la incomprensión del mundo, para ser salvados por ese ente que llamamos Musa,
sobre una música impresionante. Representa, precisamente, lo que provoca la visita inesperada de una Musa, armonía, potencia y perfección. Una pieza preciosa.
El segundo movimiento, íntegramente instrumental, no necesita una letra para contar una historia, para hacernos viajar, para transmitir. Preciosa melodía y acordes de guitarra que bien podría hacerles la boca agua a Clint Eastwood para poner banda sonora a cualquiera de sus road movies. Algunas notas envolventes de Rebeca son la única voz que encontramos, y que da paso a un excelso solo de guitarra eléctrica, parte en la que no he podido evitar acordarme de El Altar del Holocausto. Pequeña pausa para que adquieran protagonismo los músicos clásicos, que van introduciendo al resto de integrantes para dar colofón, todos juntos a una orquestación sensacional.
Turno para Estrella Fugaz, canción que, para mí, es la que transmite más nostalgia y melancolía. La letra de la canción me despierta tristeza, añoranza por algo perdido, o por alguien que ya no está y se convirtió en estrella fugaz, la única que “iluminará la oscuridad, para brillar eternamente en el destino”. Profunda canción cargada de sentimiento.
Hasta que sueñes conmigo, single elegido de adelanto de Musa, del cual podemos ver un videoclip, es una canción que empieza con mucha energía, con un juego guitarra-batería, acompañado luego por el teclado, muy metalero. El videoclip, al igual que el disco, es muy conceptual. Con un estilo escenográfico clásico, se aprecian primeros planos de personas completamente tapadas con túnicas. Las imágenes, siempre en un ambiente oscuro, aparecen con diferentes elementos de atrezzo que acompaña la escenografía, bajo una luz tenue y cálida. Es evidente que estamos ante una banda diferente, que se desmarca de los cánones y patrones tradicionales en todos los sentidos, y eso que, posiblemente, esta canción sea la más “convencional” dentro de lo que es Musa.
Turno del tercer y último movimiento de Musa, tres partes que se pueden interpretar como un todo, como una canción de larga duración. En este tercer movimiento dejamos atrás la energía para dar paso de nuevo sosiego. Sonidos electrónicos dan paso a una melodía tocada magistralmente por el clarinete. En esta pieza podemos cerrar los ojos y viajar, en una búsqueda de algo importante, de algún amanecer perdido, una música épica para un viaje épico. La voz de Rebeca acariciando nuestras cuencas auditivas al son de esta canción. Delicadeza, sensibilidad, vibración, emoción.
La última canción se titula Onírico MMXX, con la cual vuelve el ritmo alegre y la energía, en un claro alegato precisamente a la Musa que nos hacer convertir nuestros pensamientos y sentimientos en Arte: “la música de las estrellas llegará…”.
El álbum cierra con un outro, para cerrar el círculo, para terminar igual que empezó, con el piar de los pájaros encima de una nota eterna.
Es difícil expresar todo lo que se puede sentir con palabras con los movimientos de Musa; por ello lo mejor es escuchar y dejarse llevar, dejarse hacer por estas piezas musicales que erizan hasta el último vello, que apuñalan hasta el corazón más duro, hasta el alma más fría.
Texto: Adrián Madueño Alarcón