Llega a mis manos el tercer trabajo de larga duración de Knights Of Blood: El Juicio de Osiris.
Empezamos con “Caída a los infiernos”, donde desde los primeros acordes dejan claro que van por el tema egipcio. Destacan los continuos cambios de ritmo, que impiden que el tema se haga monótono al oyente. El batería despliega todo su buen hacer al doble bombo y lo acompañan de un estribillo pegadizo. El solo y el puente se mueven en terrenos progresivos, pero enseguida nos enganchan con un último estribillo.
En “El Viaje del alma” empezamos el viaje con unas guitarras limpias y mucha más tranquilidad. Entran las voces y el resto a ritmo de balada, hasta que al minuto y medio nos viene un estribillo ya mucho más veloz y que recuerda a los buenos tiempos de Kamelot. Este tema se me hace mucho más progresivo en estilo que el anterior. Destacan los solos melódicos con guitarras dobladas y la naturalidad con la que el tema nos lleva de las partes lentas a las más frenéticas, mostrando gran calidad de composición.
“Susurros de Apofis” es un tema puramente progresivo en el que destaca la melodía, siempre muy pegada a la voz de Mireia. Me encantaron los compases finales, donde después del último estribillo consiguen un ambiente más denso mientras la voz hace unas melodías egipcias. De aquí enganchamos “Luna de Sangre”, que empieza con un pequeño redoble, y a partir de aquí un riff a toda velocidad muy powermetalero noventero. El tempo va bajando, hasta unos versos a medio tiempo, y un estribillo más lento, y de ahí volvemos al riff rápido. Una fórmula que funciona. La parte del solo se mueve en un entorno más clásico, y tras un puente lento donde se pueden oír unas guitarras limpias, cierran con el estribillo y el riff que tanto me ha gustado a toda velocidad, y después algunas variaciones en diferentes ritmos.
En modo “fade in”, una fórmula poco habitual para empezar un tema, nos llega “El Juicio de Osiris”. Sin duda el estribillo más pegadizo del álbum. Y de alguna manera, un revulsivo que hace falta, después de unas cuantas escuchas cuando parece que el disco pudiera pecar un poco de ser “plano”, hace falta algo que llame la atención. Y desde luego este tema lo es, no solo por la parte del estribillo, si no por los ritmos guitarreros, perfectamente pegados a los bombos de la batería, que me recordó a los Elegy de los noventa, pero llevados al terreno Egipcio. Se agradece un álbum de metal con cantante femenina que no se vaya a la opereta y los gorgoritos, o los guturales salvajes, Knights of Blood no viene a “copiar fórmulas”, trae su propia receta.
La batería empieza a tronar en “Castigo Eterno”, y descubrimos un tema que juega mucho con los cambios de ritmo. Versos a medio tiempo, por cierto con una melodía vocal muy pegadiza, estribillos a toda velocidad, partes lentas que van creciendo hasta llevarnos a un solo muy cuidado. Para terminar el álbum me encuentro con algo inesperado… “El libro de los Muertos” es un tema instrumental y puramente orquestal muy cuidado. Con diversas melodías y partes de alta calidad en su composición. Percusiones, coros… todo funciona a la perfección en este fin de fiesta inesperado. Quizá hubiese funcionado mejor como un par de intros de minuto y pico de otros temas durante el disco, pero ya veo que esta banda apuesta por el riesgo y por ser diferente. Única.
Texto: Pablo Balaustrada