Vuelven con toda la fuerza del mundo los zamoranos Death & Legacy con su álbum “D4rk Prophecies”, cuarto en su carrera, de ahí el “4” en su título, juego que ya hicieran con su anterior “Inf3rno”.
Hynphernia a las voces, Jesús y Manu a las seis cuerdas, Hugo al bajo y Charly a la batería, han contado para la grabación de este trabajo con colaboraciones estelares de la talla de Bjorn Strid de Soilwork o Rom Englund de Evergrey, dando forma a un disco muy completo, muy bien producido y en el que se aprecia la evolución de un grupo que ya es referencia por derecho propio en la escena de nuestro país.
Chica al frente de una banda que combina voces guturales con otras limpias, vale que la fórmula no es nueva en absoluto, pero precisamente porque estamos ya acostumbrados a este estilo, podría caerse en el error de pensar que Death & Legacy son más de lo mismo, nada más lejos de la realidad.
Hynphernia y los suyos se han cuidado muy mucho de dotar a cada canción de una personalidad propia, adornandose con detalles que hacen que uno se quede con ganas de volver a reproducir el CD una vez que éste llega a su fin.
“Beyond the veil”, me ha gustado especialmente, comienza con una lúgubre melodía de piano hasta que hace aparición la diabólica voz de Hynphernia, entrelazándose de nuevo hacia la mitad del tema y recordando por momentos a las preciosas atmósferas que crean en sus discos los maestros Cradle of filth, de hecho las voces se asemejan más al grupo de Dani Filth que a un grupo death clásico.
“The fallen” vuelve a demostrar la maestría adquirida por el grupo a lo largo de su trayectoria desde que esta aventura echara a andar hace ya diez años, sabiendo dotar a las canciones de la melodía justa para hacerlas atractivas al oído del oyente sin perder un ápice de agresividad.
De nuevo tiran de colaboraciones en “Eternal”, contando con la voz de Jessie Williams del grupo Ankor, con una intro intimista y elegante que cede luego el protagonismo al lado más oscuro del grupo, marcándose ambas un juego de voces digno de ser oído una y otra vez.
Es precisamente “The dark side of me” la que toma el testigo, todo un trallazo brutal y rápido de apenas 1:40, que pone las cosas en su sitio y da paso al interludio instrumental de tintes arabescos “The enigma of the sands”, definitivamente ideas no les faltan.
“An ocean of sorrow” es un acertado final al disco después de dos trallazos como “The crawling chaos” y “Dying life, dying lie”, una composición instrumental, lenta y llena de matices, donde se lucen las guitarras por encima de todo lo demás, para volver a la calma disfrutando de esa disciplina artística que llaman música y que aquí está presente de principio a fin.
Mi enhorabuena a Death & Legacy por este trabajo, allá cada cual con aquello que se eche a los oídos, pero sinceramente, este disco bien merece una oportunidad, avisados quedáis amigos, salud y rock n roll.
Texto: Antonio Albert Fernández