[English below]
Hace algo más de dos años que descubrí casualmente a esta banda, a través de la portada de KERRANG!, donde se les proclamaba “La voz de una nueva generación” o algo por el estilo. Uno que ya está un poco mayor y es de natural escéptico al leer esto pensé que era bastante pretencioso a priori. Una vez escuchado el disco (GLUE) me di cuenta rápido que me encontraba en un error. Su sonido era arriesgado y te atrapaba, y las temáticas de las canciones, muy valientes. Desde el caótico y decadente estado de la política británica, a abordar movidas como la masculinidad tóxica.
Foto: Theodore Swaddling
Tenían el listón arriba y sacaron el EP “Desesperate Times, Desesperate Pleasures” de altísima factura, asimismo.
Y con esas, llegamos al disco que nos ocupa en esta ocasión, “Datura”.
Abre el álbum la canción del mismo nombre, comienza en voz baja, con la voz de Cox en tonos bajos. Describe un ambiente tenso, febril, casi apocalíptico y las sirenas de fondo lo van, poco a poco, elevando. Este primer track se nota muy comedido, como la calma que presagia la tormenta, pero dejando un sonido inquietante, como de cierto nerviosismo latente.
Cabe reseñar que esta obra, en su totalidad, es conceptual. Todos los temas están situados en una misma noche, dándole un punto de inmediatez, de urgencia, que junto con lo oscuro de los sonidos dan ese resultado tan especial a todo el conjunto.
“ Floodlights in the square” es un tema más pesado en cuanto a guitarras, pero las voces son suaves y el tono es de desesperación existencial. Es un equilibrio peligroso pero bello.
Otra cosa en la que Boston Manor ha sido también característico, ha sido en sus coros. Contundentes, armónicos y altísimos. Este disco no es distinto en ese sentido.
“ Passenger” logra ese punto épico. Uno sabe que está escuchando un tema memorable. No sabes por qué, pero lo sabes. Es un tema ambiguo y difícil, pero sabes que está creado para ser disfrutado por la multitud.
Y son unos maestros en el arte de pasar de la euforia a la oscuridad en solo un tema, “ Foxglove” , donde tanto guitarras como batería bajan hasta los sótanos del alma, para crear una textura de sonido realmente especial.
Y llegamos a “ Crocus”, para mí el punto culminante de este disco. Empieza de un modo comedido, pero generando urgencia en todo momento. Es desesperación, es oscuridad, es inmediatez. Es una bestialidad. De verdad, si tenéis un momento, echadle una escucha.
“ Shelter for the Rain” funciona como una especie de interludio, pero es igualmente importante para la cohesión del concepto del álbum. La creación de las emociones. Tiene un sonido monótono y capas de sonidos superpuestos de lluvia y conversaciones.
Te genera (al menos a mi) la sensación de estar solo en la noche, en medio de la gran ciudad.
El álbum termina con “Inercia”. Y termina por todo lo alto. Es una hermosa historia de amor, quizás para contrastar tanta oscuridad. Es suave y es poderosa. Y las diferentes texturas de la guitarra le dan una encantadora complejidad. Es densa y bella y termina abruptamente con el canto de los pájaros.
El álbum comienza con el anochecer y termina con el amanecer y realmente se siente así. Como un viaje por las emociones, como recorrer un círculo que te permite experimentar todo el rango de emociones en poco menos de media hora de escucha.
“Es un nuevo mundo afuera/ Deja que entre el gran mundo..”
Un mundo más emocional, un mundo más urgente, un mundo más real… Un mundo que empieza y acaba en la noche…
Donde todo es posible..
Texto: Edu Bestia
English:
A little more than two years ago I accidentally discovered this band, through the cover of KERRANG! “The voice of a new generation” or something like that. One who is already a little older and is naturally skeptical when reading this I thought was quite pretentious a priori. Once I heard the album (GLUE) I quickly realized that I was in a mistake. Its sound was risky and it caught you, and the themes of the songs, very brave. From the chaotic and decadent state of British politics, to tackling moves like toxic masculinity.
Photo: Theodore Swaddling
They had the ribbon up and took out the EP “Desesperate Times, Desesperate Pleasures” of the highest bill, as well.
And with those, we get to the album that we are dealing with on this occasion, “Datura”.
The album opens with the song of the same name, beginning in a low voice, with Cox’s voice in low tones. It describes a tense, feverish, almost apocalyptic atmosphere, and the background sirens gradually rise. This first track is very restrained, as the calm that foreshadows the storm, but leaving a disturbing sound, as of a certain latent nervousness.
It should be noted that this work, in its entirety, is conceptual. All the songs are located on the same night, giving it a point of immediacy, urgency, which together with the dark sounds give that special result to the whole.
“Floodlights in the square” is a heavier theme when it comes to guitars, but the voices are soft and the tone is of existential desperation. It is a dangerous but beautiful balance.
Another thing in which Boston Manor has also been characteristic, has been in its choirs. Strong, harmonic and very high. This album is no different in that sense.
“Passenger” makes that epic point. You know you’re listening to a memorable song. You don’t know why, but you know. It’s an ambiguous and difficult subject, but you know it’s created to be enjoyed by the crowd.
And they are masters in the art of moving from euphoria to darkness in just one theme, “Foxglove” where both guitars and drums go down to the basements of the soul, to create a really special sound texture.
And we get to “Crocus”, for me the highlight of this album. It starts in a restrained way, but generating urgency at all times. It’s despair, it’s darkness, it’s immediacy. It’s bestiality. Really, if you have a moment, listen to it.
“Shelter for the Rain” works as a kind of interlude, but is equally important for the cohesion of the album’s concept. The creation of emotions. It has a monotonous sound and layers of overlapping sounds of rain and conversations.
You get (at least to me) the feeling of being alone at night, in the middle of the big city.
The album ends with “Inertia”. And it ends up high. It’s a beautiful love story, perhaps to contrast so much darkness. It’s soft and powerful. And the different textures of the guitar give it a charming complexity. It is dense and beautiful and ends abruptly with the birds singing.
The album begins with dusk and ends with dawn and really feels like that. Like a journey through emotions, like going through a circle that allows you to experience the full range of emotions in just under half an hour of listening.
“It’s a new world out/ Let the big world in.” A more emotional world, a more urgent world, a more real world… A world that begins and ends at night…
Where anything is possible …
Text: Edu Bestia