Mushroomhead, la banda de los enmascarados, esa que durante mucho tiempo ha tenido disputas abierta con sus parientes lejanos, pareciendo tener unas líneas compositivas que aunque se podrían entender como similares, el debate a día de hoy está más que enterrado, debido a que sonoramente siempre fueron muy desiguales, por más que ambas presenten la mismas figuras musicales a los instrumentos.
Siempre han quedado reclinados como marca comercial secundaria debido al impacto que consiguió la banda a partir de su homónimo, precisamente Mushroomhead presentaba su tercer trabajo un año después del de este.
El muerto al hoyo y el vivo al hoyo, y lo vivo, bien vivo es el último trabajo que han estrenado justo hoy 19 de Junio titulado A Wonderful Life, un trabajo que he machacado y desmenuzado para traeros una buena noticia, y es que no sé cómo este grupo siendo tan inestable ha podido incluso resurgir de entre las cenizas y evolucionar su sonido hasta esta nueva etapa. Sin más dilación empecemos a desgranar esta extensa obra que prometer ser una nueva Opus Magna, junto con la integración del nuevo vocalista Steve Rauckhorst.
Cambio de voces, cambio de sonido completo
El álbum arranca con voces ominosas en A Requiem for Tomorrow y de forma repentina estalla ante tus narices y notas enseguida como está canción es un compendio generalista del tono de este álbum, de los cambios a nivel de sonido que van de la balada, al Groove y al Industrial de forma agitada y orquestada por una bestia en las sombras.
En comparación con su anterior trabajo, más centrados en la experimentación pura con elementos que olisticamente podían ser unidos, este nos trae una mayor definición sobre en qué sonidos y en qué conceptos quiere mover la banda ficha y renovarse, trayendo desde composiciones agresivas, tracks melódicos y ambientales, incluso sabiendo encontrar el punto medio de ambas a través de los samplers, arreglos y mixing posterior del álbum.
También esto es visible en la reestructuración de los vocales, donde Jackie Laponza toma un mayor protagonismo con esa voz hechizada por un demonio del Soul siendo voz melódica, J mann manteniendo su postura como cantante gutural y voces graves, y por último Steve Rauckhorst como nuevo cantante y compañero melódico de Jackie. Este último, desplegando su potencial de forma variada y dispersa a lo largo del álbum, desde screams, a susurros y voces angelicales. Sin lugar a la duda esta triada es la que parece más consistente tras la partida de los anteriores cantantes, los cuales portaban con ellos registros muy propios que, siendo espectaculares, a veces tropezaban entre sí.
También nos tropezamos con un trabajo ambiental y emocional logrado con sus pausas y sus furias; volviendo por unas vez más a la carga con I Am the One, que vuelve a reconciliar el ambientalismo con los sonidos más crudos y tralleros.
Algunos se sorprenderán de la cantidad de temas Bonus incluidos en esté álbum, pero os aseguro con certeza que sin él, esté álbum quedaría cojo y sin fuelle. A riesgo de parecer exagerado, este disco es la mayor apuesta y el mayor trabajo de esta banda, tengo que ser sincero, A Wonderful Life es de esos trabajos adorados u odiados pero es innegable la calidad y el trabajo realizado, no le quitaría ni le pondría nada mas, es, cuanto menos, completo.
Conclusión
Si te gustan los trabajos enrevesados, el Metal Industrial más bizarro y vibrante o las composiciones de evidencia teatral, este disco es un must en tu lista, pero también se lo recomiendo escucharlo a la otra parte del público, es un álbum satisfactorio de escuchar.
Un saludo y nos vemos en el foso
POR: JUANCA ROSAURO