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Cuando salió la noticia de que John Frusciante volvía a la formación de Red Hot Chili Peppers todo el mundo se volvió loco. De hecho, hasta el famoso productor Rick Rubin (encargado de producir este disco) dijo textualmente que se echó a llorar de la emoción. El resultado del reencuentro de estos cuatro grandes músicos después de tanto tiempo se ha materializado en Unlimited Love, un disco de hora y cuarto de duración.
Ese primer adelanto de Black Summer puso los pelos de punta a más de una persona a lo largo y ancho del mundo porque era como si nunca hubiese existido ese hueco temporal entre el Stadium Arcadium hasta este lanzamiento. La espera para escuchar el resto se hizo bastante larga, aunque el resultado final es realmente de admirar.
Si nos ponemos a analizar el disco desde un plano general comparándolo con las trayectorias anteriores vividas con John, el grupo sigue manteniendo esos temas de estilo funky con el bajo de Flea que hacen que tu cuerpo se mueva de manera automática aunque no lo quieras. También hay temas más rockeros, tanto a un nivel más cañero, que podríamos comparar con éxitos suyos anteriores como By the Way o Dani California, aunque también hay espacio para los que son más melódicos o tranquilos (la definición la dejo a gusto del consumidor) con sonidos más relajantes, evocándonos a Snow o Californication.
Eso sí, algo que me ha encantado en el plano de guitarras es el cierre del disco con Tangelo, ya que es totalmente acústico, que eso sí que nos lleva a melodías pasadas como eran las de My Friends o Road Trippin’. Por lo demás, Frusciante sigue dejando claro que es un maestro de la guitarra con esos solos armónicos que provocan que te sientas como en una nube de notas musicales.
Respecto al señor de la batería Chad Smith, poco se puede decir de él, ya que es uno de esos baterías que sabes reconocer quien está en la banqueta a los mandos de las baquetas por su estilo a la hora de tocar. Además, lo que ocurre es lo habitual que nunca falla: esa simbiosis que tiene con Flea hace que los ritmos base del grupo sean una auténtica pasada.
Ya si hablamos de Anthony Kiedis, poco se puede decir. Sigue manteniendo su registro a la perfección, sigue con esos toques que le dan chispa a los temas con más groove pero también sabe cómo seguir acunándote en las canciones que son más relajantes.
En resumidas cuentas, sin despreciar el trabajo que hizo Josh Klinghoffer en ese periodo de tiempo de sustitución, Red Hot Chili Peppers han vuelto a los sonidos que les catapultaron en la época del Californication o del By The Way a finales de los 90 y principios del 2000 de una manera magistral y en un estado de forma envidiable. Sin duda este puede ser uno de los serios candidatos a disco del año por parte de mucha gente.
English:
When the news came out that John Frusciante was returning to the Red Hot Chili Peppers line-up, everyone went crazy. In fact, even the famous producer Rick Rubin (in charge of producing this album) said that he cried with emotion. The result of the reunion of these four great musicians after such a long time has materialised in Unlimited Love, an hour and a quarter long album.
That first preview of Black Summer made more than one person around the world’s hair stand on end because it was as if there had never been that time gap between the Stadium Arcadium and this release. The wait to listen to the rest of the album was quite long, but the end result is truly admirable.
If we look at the album in general terms compared to John’s previous career, the band still has those funky, bass-driven tracks from Flea that make your body move automatically even if you don’t want it to. There are also rockier songs, both at a more hard-hitting level, which we could compare with their previous hits such as By the Way or Dani California, although there is also space for those that are more melodic or calm (you can chose the definition that you want) with more relaxing sounds, reminiscent of Snow or Californication.
One thing I really liked about the guitars is the closing of the album with Tangelo, as it is totally acoustic, which really takes us back to past melodies such as those of My Friends or Road Trippin’. As for the rest, Frusciante continues to make it clear that he is a master of the guitar with those harmonic solos that make you feel as if you were in a cloud of musical notes.
As for drummer Chad Smith,we can’t say much about him, as he is one of those drummers that you can recognise who is on the bench at the controls of the drumsticks by his style of playing. What’s more, what happens is the usual thing that never fails: the symbiosis he has with Flea makes the base rhythms of the band a real blast.
And if we talk about Anthony Kiedis, little can be said. He still maintains his register to perfection, he still has those sounds that give sparkle to the songs with more groove but he also knows how to keep rocking you in the songs that are more relaxing.
In summary, without despising the work that Josh Klinghoffer did in that period of time of replacement, Red Hot Chili Peppers have returned to the sounds that catapulted them in the era of Californication or By The Way in the late 90s and early 2000s in a masterful way and in an enviable state of form. Undoubtedly this could be one of the serious candidates for album of the year for many people.