Tras el éxito que tuvieron con su anterior trabajo en 2019, el cuarteto Grave Noise vuelve a la carga con su nuevo trabajo de estudio, Roots of Damnation, de la mano de Art Gates Records.
En primer lugar, cuando te enteras de que las manos detrás de la producción de este disco son las de Alberto Marín (Hamlet, Ankhara, Def Con Dos, etc) y Alex Cappa uno solo puede esperar una auténtica burrada musical. Y vaya si es así.
Desde el primer momento ya viene la primera patada en la boca, con unos ritmos que son más asociados al thrash contundente, del típico que te hace mover el cuello con rabia hasta acabar con torticolis. Con ese cañonazo que recuerda al de grupos como Testament o la época del Master of Puppets de Metallica, solo puedes mover la cabeza, aunque también hay espacio para algún que otro moshpit.
Hablando en el plano instrumental, las guitarras son realmente pesadas, aunque también tienen ese matiz de aceleración y, como se suele decir, de ser afiladas en los momentos de los solos de guitarra. Pero esa contundencia no solo se demuestra con las guitarras, ya que el bajo y la batería son auténticas armas de demolición, ya que se dejan notar de una manera perfecta pese a ser de los que menos suelen llamar la atención.
Si hablamos de las voces, creo que solo hay dos palabras que podrían definirlas: rabia y furia. Es de esas voces que hacen que se te eleve la adrenalina, como si hubiera una inyección de fuego en las venas.
Llegando al balance general sobre este disco, solo puedo decir que este cuarteto que está a caballo entre Soria y Burgos, han sabido aprovechar de manera fructífera la pandemia para sacar nuevo material que pueda les lleve a seguir creciendo como ocurrió con su anterior LP. Solo puedo decir que para los fans del thrash machacón y que sienta como un cañonazo en el oído.