Si de algo puedo presumir es de que he sido coherente a mis ideas a la hora de grabar o escribir y cuando han querido manipularme o “inventarme”, pues me he negado
A la hora de entrevistar a una persona, uno intenta apuntar el tema acerca del cual quiere hablar. En este caso ha sido imposible encerrarse en una sola arista de la personalidad de Rakel Winchester: hubiera sido un desperdicio. Es un personaje ampliamente conocido, con una sinceridad brutal, tanto de palabra como de imagen. Alguien que no se esconde a ninguna pregunta, alguien que es lo que muestra, en su arte, en sus libros, en sus palabras, en sus letras, en todo ese colorido que va dejando por la ciudad de Córdoba. Una mujer con las ideas claras, con la vista puesta en algo más que en la música. A veces es difícil decidir dónde dejar de preguntar (otras no, la verdad) en esta oportunidad ha sido tan productivo el contacto, que parece nos hemos olvidado de preguntar más cosas. A continuación la charla que mantuvimos acerca de su carrera en la música y como escritora. Presente, futuro y, un poco, del pasado.
Algo de Rock: ¿Cómo va Rutina Matrimonial?
Rakel Winchester: Pues fue un disco que grabé con mucha ilusión, libre ya de discográficas y ataduras y del que nunca se supo. Ni recuperé los cds físicos, ni sé quién lo colgó en spotify, ni hubo una explicación convincente de lo que pasó con el trabajo. Sencillamente me aburrí de preguntar y, como persona corriente que trabaja en bares y vive con el agua al cuello, desistí. Toco los temas en directo, porque son míos, pero siento que me lo robaron.

Algo de Rock: Muchas letras parecen de coña, pero cuando las piensas un poco más, gritan un poco acerca de la monotonía que se vive en el día a día, ¿Cómo vas trabajando las historias de las canciones?
Rakel Winchester: Yo no me invento nada, si acaso lo adorno. Todo tiene un origen y una fuente de inspiración. Y esa rutina existe. Las letras las pienso durante días, semanas… Son historias con principio y fin. Y cuando las escenas están en mi cabeza claras, me siento y las escribo. En lo que menos tardo es en plasmarlas a papel.
Algo de Rock: ¿Cómo fue el proceso de grabación?
Rakel Winchester: Maravilloso. Los mismos que grabamos fabricamos un estudio de grabación en una zona sin uno del cortijo de una amiga. Había poco presupuesto, un préstamo y poco más. Se grabó con mucho cariño rodeada de amigos y de colaboraciones sorpresa. Muchas horas, poco sueño y muchas emociones.
Algo de Rock: ¿Gira, fechas, alguna presentación en directo pronto?
Rakel Winchester: Después de aquello tiré para adelante sola. Yo no tengo manager ni nadie que me siga y soy mala negociante. Hace un año hice mi último concierto y, si te soy sincera, estoy hasta el chocho de pagar por tocar. Llevo haciendo cosas desde apenas los 18 años y tengo 46. Me cuesta mucho ganar cada euro detrás de una barra. Tocar me supone ahorrar mucho para costear el bolo. Así que hoy por hoy, con toda la pena de mi corazón porque me encanta tocar, esquivo las pocas ofertas que me salen.
Algo de Rock: ¿Cómo ves hoy los roles de las actual música únder en Andalucía?
Rakel Winchester: Pues tampoco te voy a decir que esté muy puesta… Sigo escuchando a los rockeros y punks y flamencos clásicos de siempre y, gracias a las redes, descubro muchas bandas del norte que me apasionan. Y sobre todo a mis amigos. Y la música en directo es algo que, siempre que me puedo permitir, presencio.
Algo de Rock: ¿Y el rol de la mujer? En la sociedad en general y en el arte.
Rakel Winchester: Hay grandes mujeres en el arte. Quizás yo no tuve una buena experiencia por ser mujer y quizás estoy ya muy cansada de chocar contra muros. Pero artistas mujeres hay a patadas.

Algo de Rock: En su momento rechazaste varios contratos con discográficas, ¿por qué fue? ¿Por que querían cambiar tu imagen? ¿Controlarla? Sabemos que son bastante salvajes las discográficas en cuanto al dinero, pero también dejan poco tiempo a quienes contratan.
Rakel Winchester: Si de algo puedo presumir es de que he sido coherente a mis ideas a la hora de grabar o escribir. Solo he hecho lo que he querido hacer. Y cuando han querido manipularme o “inventarme”, pues me he negado. Hay miles de personas que están dispuestas por dinero o por ascender a lo que sea. Yo no. Por eso soy camarera y no llego a fin de mes.
Algo de Rock: Tus escritos siempre han hablado desde lo cotidiano, desde el ojo que lo presencia todo detrás de la barra ¿Ha cambiado algo?
Rakel Winchester: Las barras han sido mi escuela. Para la timidez, para la mano izquierda, para la psicología, para la empatía, para la asertividad… Lo mínimo que se encuentra tras una barra es una persona matando penas tras una copa. Y lo máximo… pues cualquier cosa. Las barras son la vida, son películas, son tus propias vivencias. Y aunque es duro porque tú eres también persona y enfermas o tienes problemas -en mi caso no trabajar es no comer- te haces a ellas. Y contar anécdotas es lo que me mantiene allí algunas noches.
Algo de Rock: No estás publicando en los blogs tan a menudo, a mí a veces me pasa que me agota un poco el mantenimiento de las redes, como que si bien es una herramienta bastante útil, por otra parte me agota y me termina aburriendo, y prefiero leer en público y contactar con la gente.
Rakel Winchester: Para mí internet fue una salvación. Para una tímida, no tener que dar la cara y poder expresarse es magia. Pero yo solo enseño una parte. La preocupante, la que me quita las ganas de escribir, de soñar, de ilusionarme y hasta de vivir la pienso. Y ahí vienen los silencios.
Algo de Rock: En Ábrete Corasón, ratificaste tu estilo lúcido y callejero, ¿cómo fue la experiencia y el plan de ese libro? ¿Autores favoritos?
Rakel Winchester: Es mi segundo libro por crowdfunding y no me puedo quejar. Ni yo tengo copias. Y es otra manera de expresarme sin tener que estar presente. A mí siempre se me ha dado mejor escribir que hablar, desde pequeñita. Y mis grandes amistades han tenido casi siempre una gran parte de comunicación escrita como intro.
Si te digo la verdad, yo soy de las que escriben sin parar. Sin bocetos ni esquemas. Como cuando compongo canciones. Tengo tantos textos en la cabeza y tantas cosas que me gustaría dejar en papel que me da vértigo. Si me pudiera ir al campo, sin preocuparme de pagos ni facturas, escribiría más. Pero llegar de un bar después de horas currando y apenas llegar a terminar el mes no es el ambiente ideal para seguir.
Algo de Rock: ¿Ahora en qué etapa te encuentras como artista?, ¿Algún proyecto nuevo?
Rakel Winchester: Ahora simplemente no estoy. Estoy en el corazón de quien me lea o me escuche.
Algo de Rock: Dijiste en su momento que ya odiabas “el marío de la cannisera”… ¿Sigues pensando igual?
Rakel Winchester: Lo expresé mal. Odio que me la canten por la calle sin sentido y a voces. Soy tímida…
Algo de Rock: Cuando mirás atrás, en tu vida, desde que cantaste por primera vez, ¿qué te genera?
Rakel Winchester: Siento que he hecho cosas que ni en sueños habría deseado. El camino y la gente con la que me he cruzado ha sido un honor.
Algo de Rock: La pregunta más difícil: ¿Quién es Rakel?
Rakel Winchester: Rakel soy yo. Y cada cual percibirá de mí sus cositas…
ENTREVISTA: Sebas Abdala
FOTOS: Marianne Nilsen Nygaard