Noche fría, pero con presagios de altos decibelios y ambiente cálido el que ya se podía respirar en los aledaños de la Trinchera, momentos previos a la gran cita que teníamos en esta bendita casa de la música en directo en Málaga, nuestro gran refugio sonoro, con una programación mensual formidable y con una calidad en servicios y sonido cada año en constante evolución. Chapó Trinchera.
Nos dábamos cita como decíamos con nada más y nada menos que con los míticos Hora Zulú, muy bien respaldados por unos pletóricos y crecientes Loncha Velasco. Algo de Rock no queríamos perdernos esta oportunidad de vivir una fiesta memorable, y allí que fuimos.
Comenzó Loncha Velasco, formación de grandes músicos que han aunado talento y ganas en un proyecto musical atractivo y original, poniendo toda la carne en el asador. Un concierto que, en cuanto el respetable los tenga más pulido y escuchado, será una bomba y puede ser uno de los directos de los que nadie se quiere perder. Interactúan de una manera que te hacen partícipes del show, y contagian un buen rollo que acabarás bailando sin darte cuenta. Una propuesta atrevida y macarra, prueba ese pogo que ellos mismos formaron y participaron con el público, riesgo que no todos los artistas están dispuestos a asumir. Ellos disfrutan y se nota. Solo un momento de “seriedad” en todo el show, que tuvo a bien Rafa Muriana, que da Voz a Loncha, contar una anécdota personal a propósito de su profesión al margen de la música, la docencia. Y para cerrar, como no podía ser de otra forma, soltaron la bala que tenían bajo la manga, y pusieron a botar al personal con Mi abuela se ha hecho tinder, recién sacado del horno. Ya teníamos la olla a punto para el plato fuerte de la noche.
Y por fin llegó el momento que todos esperábamos, 23:35 de la noche, con una Trinchera que presentaba buena entrada, llegando aún más gente, y con alguna sorpresita que deparaba la noche. Salieron los granaínos irrumpiendo con el arte que les atesora. Cuando nadie se lo esperaba, después de la primera copla, ya estábamos todos botando al ritmo de los guitarrazos de Mis barraqueras. Trallazo para empezar y todo el mundo a sudar. Siguiente temazo el que da nombre al último lanzamiento, La voz del amo, el que más le gusta a Aitor Velázquez, según sus propias palabras.
Creo que a mí también. Para no perder fuelle, continuaron entremezclando clásicos con las últimas pertenecientes a La voz del amo, formando así un setlist interesante y eficaz. Tango, Toma y obliga y Cave Ventum para hacer las delicias de los allí presentes que se lo pasaban en grande. Y todavía quedaba la guinda del pastel, con el gran Maestro Sho Hai irrumpiendo en las tablas del refugio sonoro, absolutamente pletórico, para marcarse A las cosas por su nombre, todo un clásico del maño, primero, y como no podía ser de otra manera, Luego querrán, después. Puro fuego y pirotecnia musical. Se quieren y se nota, y nosotros nos gusta cuando las amistades afloran en composiciones tan maravillosas para nuestro deleite. Nos gusta que os gustéis.
En el ecuador del bolo, era el momento de saber si Nuestro entonces, en los que con arte bailábamos aquellos Tientos, allá por el 2002, nos trajo tanta gracia como para ahora, casi dieciocho años después, busquemos nuestro Beatus ille en una aldea retirada del mundanal ruido donde Lluevan flores y arroz como en las bodas, donde nos demos Golpes de pecho, esperando nuestro saco de paciencia como Agua de mayo. Y es que estos Camarada`s, venidos desde Graná, descargaron su eléctrico arsenal, y, querido leyente, A ver si me entiendes, que tiene mucho arte, porque son Andaluces, de nacimiento.
POR: ADRIÁN MADUEÑO ALARCÓN