La nueva organización Área 51 decidió comenzar por todo lo alto su nueva andadura con la primera edición del Metal United Fest, donde actuaron Snakeyes, Easy Rider y Ars Amandi para luego dar paso a la fiesta (aunque apenas hubo tiempo) donde Rafa Basa estaría poniendo música además de ir en calidad de maestro de ceremonias.
Cuando entré en la sala para preparar mi cámara y aprovechar para tomar algo en los momentos previos al inicio del concierto (que ya luego es más complicado), parecía que no iba a haber una asistencia tan grande como las de los últimos conciertos que albergó la Sala Even en sus anteriores conciertos de metal, pero ya con el tiempo me daría cuenta de que iba a equivocarme.
Los encargados en dar el pistoletazo de salida fueron Snakeyes que, pese a un fallo técnico que hubo con la guitarra que les hizo tener que reiniciar el concierto, arrancaron como si no hubiera ocurrido nada con una gran dosis de heavy metal. Tras el inicio con War Machine, el cuarteto iría intercalando temas de su nuevo trabajo con otros de sus anteriores discos. Como decía antes, esa sala vacía pasó a ser una sala hasta la bandera de gente que estaba entregada al máximo conforme se desarrollaban las canciones de setlist como Evolution o I Am Evil. Lo que fue una pena fue lo que pasaba con Justi porque, una vez más, al cambiar a una stratocaster de Van Halen, se perdió mucho sonido de la guitarra en la parte del solo de Mask of Reality. La suerte fue que antes de comenzar la canción, el solo de batería de Carlos fue para no perder ni un solo segundo la vista de esas baquetas dando leña. El colofón llegó con Metal Monster y Down with the Devil donde la gente no paraba de corear el nombre del grupo demostrando que había sido un gran concierto igualmente. La verdad es que el público no se equivocaba, ya que esos dos problemas de sonido que tuvo Justi fueron las dos únicas pequeñas manchas que se les puede achacar el grupo, porque aún con ese tiempo perdido por el arreglo del comienzo pudieron tocar igualmente el setlist completo de diez canciones.
Como dice el juego de la oca, de heavy metal a heavy metal y tira porque me toca: llegaba el turno de Easy Rider. Era la primera vez que veía en directo a este grupo y el comienzo fue arrollador con Perfecta Creación y Lord of the Storm. El sonido no tenía nada reprochable y la gente seguía con la actitud de seguir dejándose la voz y la piel conforme se sucedían las canciones. Sin duda alguna hay que destacar el vozarrón de Dess, demostrando que algo que es realmente difícil parezca extremadamente fácil. Easy Rider se habían puesto a la gente en la palma de la mano conforme sonaban llegaban canciones como Wormwood, Babylon the Great y Evilution. Poco a poco llegaba el final y no había muchas ganas por la otra parte de que se bajasen de las tablas, y no era para menos con el pedazo de concierto que estaban dando. Pero, como todo en esta vida, por bueno que sea, se acaba. Con Savage Rage y Stranger llegó el punto final con la ovación que se merecían, tanto por las ganas que había de ver al quinteto como por el nivel de su concierto. Doce canciones para una hora de duración que se hizo realmente corto.
Para cerrar la velada, llegó el toque más folk con Ars Amandi. En el comienzo con Tierra de Aguas y El Poder de Caelia, la sala parecía estar un poco más vacía, pero por suerte no fue por gente que decidió irse a su casa antes de tiempo, poco a poco volvían a entrar tarde porque la típica pausa entre grupo y grupo se extendió algo más de la cuenta. Siendo sincero, llevaba mucho tiempo sin escuchar folk en directo y esto sentó como un soplo de aire fresco, y encima con Abula o Desierto era como volver a encontrarse con un viejo amigo que llevabas tiempo sin ver. Al igual que con las actuaciones anteriores, el grupo contó con un sonido espectacular, lo que favoreció enormemente el que, como con Snakeyes y Easy Rider, hubiese un ambiente extremadamente cálido para el grupo. Un setlist bastante equilibrado entre temas más clásicos del grupo como más actuales eran correspondidos con un público que no dejaba de corear. Si hay dos momentos que destacaría son los de la dedicatoria a las mujeres con Defensoras de Pallantia y el homenaje que hicieron a Jesús de la Rosa con la versión de la más que mítica Abre la Puerta. Tras esta llegó el punto y final con La Suerte Está Echada, con bailes en la zona del público mientras se desgañitaban con la letra de la canción. Era lógico que se pidiera un bis, fue otro concierto que se pasó volando pese a ser un setlist de poco más de una hora con sus doce canciones que sonaron realmente bien.
Este primer evento por parte de Área 51 tuvo buen resultado. Si hubiera que ponerle algún punto negativo fue que, con respecto al sonido de los grupos, las guitarras sonaban algo más bajo que el resto de instrumentos, algo que hizo que estuvieran algo eclipsadas; y que la fiesta que había programada tras los conciertos no pudo hacerse por falta de tiempo en la sala (o al menos eso creo, no conozco la versión oficial). Obviando esos dos hechos, esta agencia no ha empezado con mal pie, esperemos que el futuro les depare muchos éxitos.