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Letdown es una apuesta personal del músico americano Blake Coddington, que debuta con este “Crying in the shower”, EP de siete temas que ve la luz de forma oficial tras varios vídeos colgados por él mismo en Youtube.
El nuevo sello Big Loud Records ha puesto su punto de mira en el compositor oriundo de Chicago, que tiene todo a su favor para ser un fenómeno de masas.
Dado a conocer a través de redes sociales como Instagram o Tik Tok, su música y su imagen se combinan para dar como resultado un producto fácil de escuchar, con melodías en todas y cada una de sus canciones, jugando algunas de ellas con el pop más tradicional, toques electrónicos en otras y algo de rock dulcificado como hicieron en su momento Nickelback o Maroon 5.
No esperes aquí guitarras poderosas, temas veloces o voces desgarradas, estos temas bien podrían ser la banda sonora de una serie juvenil, donde el acné se mezcla con las hormonas, campamentos de verano y chicos rubios haciendo surf.
Todos los detalles de este lanzamiento se han cuidado hasta la saciedad, desde la impoluta producción hasta los coros perfectamente orquestados y medidos, ello denota la confianza que la discográfica ha depositado en él; es un producto que a la mínima que prenda la llama, recorrerá millones de descargas digitales a base de clicks de ratón, los tiempos cambian y el bueno de Blake es buena prueba de ello.
Por buscarle algo de profundidad al EP, decir que seguramente ha servido para expulsar sus demonios interiores, fagocitando oraciones en forma de canciones con títulos tan significativos como “Crying in the shower”, “Ugly”, “Go to hell”, “Evil” o “Karma”, poniendo el contrapunto a melodías sencillas y ritmos previsibles, lo que hace que cuente con al menos un voto de confianza en cuanto a próximos lanzamientos.
No es siquiera discutible la calidad de lo que hace dentro de su estilo, pero quizá un punto más rockero terminaría de romper los clichés en los que se mueve, ampliando el espectro de público al que se dirige su música y abriendo el abanico en cuanto a posibles lugares donde tocar, yo por si acaso no lo perderé de vista por si su camino confluye en algún momento con el mío y me hace vibrar con canciones más orgánicas, crucemos los dedos.
Texto: Antonio Albert Fernández
English:
Letdown is a personal commitment by the American musician Blake Coddington, who debuts with “Crying in the shower”, a seven-track EP that has been officially released after several videos posted by himself on Youtube.
The new label Big Loud Records has set its sights on the Chicago-born composer, who has everything in his favour to be a mass phenomenon.
Made known through social networks like Instagram or Tik Tok, his music and his image combine to result in a product that is easy to listen to, with melodies in each and every one of his songs, playing some of them with more traditional pop, electronic touches in others and some sweetened rock like Nickeback or Maroon 5 did in their time.
Don’t expect powerful guitars, fast-paced tunes, or heart-rending vocals, these tracks could very well be the soundtrack to a teen series, where acne meets hormones, summer camps and blonde boys surfing.
Every detail on this release has been taken care of, from the pristine production to the perfectly orchestrated and measured backing vocals, it shows the confidence that the label has placed in him; it’s a product that at the slightest flame it will go through millions of digital downloads at the click of a mouse, times change and good old Blake is good proof of that.
To find some depth to the EP, it has surely served to expel his inner demons, phagocytizing sentences in the form of songs with titles as significant as “Crying in the shower”, “Ugly”, “Go to hell”, “Evil” or “Karma”, putting the counterpoint to simple melodies and predictable rhythms, which makes it count with at least a vote of confidence in terms of future releases.
It is not even debatable the quality of what he does within his style, but perhaps a more rocker point would end up breaking the clichés in which he moves, widening the spectrum of public to which his music is addressed and opening the range in terms of possible places to play, I just in case I won’t lose sight of him in case his path converges at some point with mine and makes me vibrate with more organic songs, fingers crossed.
Text: Antonio Albert Fernández