Los salmantinos nos alegraron la tarde el pasado lunes con el anuncio de un nuevo lanzamiento musical, aunque dejaban en suspense el formato de éste, ya no aclaraban si se trataba de un disco, un EP o una sola canción. De cualquier modo, en Algo de Rock ya estábamos expectantes ante la noticia y esperábamos con ansia poder escuchar lo nuevo de una de nuestras bandas favoritas por excelencia, con mayor proyección y originalidad y que a día de hoy son ya una consagración dentro del panorama metal nacional. Su particular puesta en escena no deja de sorprendernos y fascinarnos, al igual que su propuesta musical.
De lo poco que pudimos conocer el lunes es su portada, una auténtica y maravillosa obra de arte de la mano de Subterranean Prints. En ella podemos apreciar una figura femenina con un largo cabello azulado, que contrasta cromáticamente con el resto de colores cálidos que aporta los rayos de sol y los girasoles, tan representativos y protagonistas en esta nueva entrega. La expresión facial del rostro de la mujer nos transmite fuertes sentimientos, si bien sería demasiado aventurado deducir cuales. Una pequeña lágrima le cae por la mejilla izquierda, y la cuenca de sus ojos están vacías, como acostumbran a estar en los rostros que aparecen en las portadas de la banda. Con ambas manos sujeta girasoles, como si de ellos pudiera exprimir emociones… De Euforia y Nostalgia.
Llegado el día, hemos podido apreciar dos canciones que forman parte de una misma pieza: De euforia… y nostalgia, ambas con armonía musical. Empieza de euforia con delicadeza, para poco a poco ir fundiéndose en un increscendo hasta llegar a un clímax instrumental en la que destacamos la figura de Reaper Model, que lleva en volandas a sus compañeros con una percusión excelsa, variada, dinámica y con ritmo adictivo. La segunda pieza, Y nostalgia, la continuación, como decimos, de la primera, nos parece un cierre maravilloso en la que la melodía principal adquiere protagonismo y, de manera muy coral, El Altar nos vuelve a llevar a lo más alto.
En cuanto a la grabación y mezcla encontramos a Metropol Studios a los mandos, mientras que la masterización corre a cargo de The Metal Factory Studios. El trabajo de ambos se nota en un sonido descomunal, en la que cada instrumento tiene su espacio y adquiere los colores y tintes ya reconocibles en la banda, que una vez más nos muestra su sello personal. Un imprescindible dentro post rock y doom metal instrumental. Póngase los mejores cascos que tengan y déjense llevar durante estos deliciosos seis minutos y medio. Lo han vuelto hacer, y a nosotros solo nos queda disfrutar y agradecer. Larga vida al metal.
Texto: Adrián Madueño Alarcón