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Después de cuatro años (mayormente por el efecto de la pandemia), llega el tercer álbum de Bloodbath con la nueva formación, Survival of the Sickest. Con Napalm Records como sello y una portada realmente explícita, podemos imaginar los sonidos que vamos a escuchar una vez que le demos al play.
Sinceramente, desde que entró Nick Holmes, se nota que se ha adaptado a la perfección, ya que el sonido es realmente brutal de principio a fin. Esto no lo digo por nada, ya que los growls que proliferan son algo que parece salir de otro mundo. Si encima le acompañan sonidos instrumentales que evocan a los buenos tiempos de Morbid Angel o Obituary, parece más un disco en los que empezó el auge del metal extremo.
En cuanto a la temática que podemos encontrar en el disco, el propio Nick reconoce que se han basado en las calamidades que se suceden a nivel mundial, como el cambio climático, llevándolo a un punto más bruto como a ellos les gusta. Además, pretenden reflejarlo en los mismos títulos de las canciones, así que creo que poco más se puede decir con respecto a ello.
Si nos fijamos en lo instrumental, vuelvo a la idea de la vieja escuela: riffs contundentes y acelerados con una batería y bajo endiablados. Pero la cosa no queda ahí, ya que tenemos las colaboraciones de Barney Greenway (Napalm Death), Luc Lenay (Gorguts) y Marc Grewe (Morgoth), lo que le otorga un punto extra a la furia.
Estas 11 canciones no dejan ni un solo momento para el respiro, siendo perfectas para darlo todo en directo si se acude a un concierto de este quinteto. Lo que hay que volver a recalcar sin duda alguna es la siguiente idea: si alguien dudaba que los sonidos de la vieja escuela estaban muertos, deben escuchar este disco lo antes posibles para quitarse esa idea de la cabeza.
English:
After four years (mostly due to the effect of the pandemic), Bloodbath‘s third album with the new line-up, Survival of the Sickest, arrives. With Napalm Records as label and a really explicit cover, we can imagine the sounds we are going to hear once we hit play.
Honestly, since Nick Holmes came in, you can tell that he has adapted to perfection, as the sound is really brutal from beginning to end. I’m not saying this for nothing, since the growls that proliferate are something that seems to come out of another world. If accompanied by instrumental sounds that evoke the good times of Morbid Angel or Obituary, it seems more like an album in which the rise of extreme metal began.
As for the theme that we can find on the album, Nick himself acknowledges that they have been based on the calamities that occur globally, such as climate change, taking it to a rougher point as they like. In addition, they intend to reflect it in the song titles themselves, so I think there is little more to say about it.
If we look at the instrumentals, I go back to the old school idea: hard-hitting and accelerated riffs with devilish drums and bass. But it doesn’t stop there, as we have the collaborations of Barney Greenway (Napalm Death), Luc Lenay (Gorguts) and Marc Grewe (Morgoth), which gives an extra point to the fury.
These 11 songs do not leave a single moment for respite, being perfect to give it all live if you go to a concert of this quintet. What must be re-emphasized without a doubt is the following idea: if anyone doubted that the old school sounds were dead, they should listen to this album as soon as possible to get that idea out of their heads.