La pandemia del COVID nos dejó a muchas personas con las entradas de festivales a muchas de nosotras y nosotros en la mano y teniéndolas guardadas en un cajón (o en el mail, según el caso) y nos entró el miedo de qué iba a pasar con el propio festival, por lo que también muchas se acabaron devolviendo.
Ahora, después de tres años, hemos vuelto a tener Leyendas del Rock, Resurrection Fest, Barcelona Rock Fest, Azkena Rock Fest, Tsunami Txixón, etc. Pero, ¿han vuelto los festivales como los recordábamos en 2019 o hemos vuelto nosotros con las expectativas muy altas? Aquí tengo unos cuantos argumentos para que cada persona saque sus conclusiones.
Precios
Uno de los temas más comentados han sido los precios en general. Dentro de esta categoría debemos de englobarlo todo: precios de las bebidas, comida, abonos de los festivales, merchandising, etc. Lo cierto es que es lógico y normal que hayan subido un poco porque, seamos honestos, deben recuperar parte de todo lo perdido durante todos estos años en blanco. Eso sí, también hay que tener en cuenta que hay veces que los servicios de comida y bebida se encargan a empresas de catering, food trucks y demás cosas que también habrán subido sus tarifas por lo mismo. Esto no implica que se puedan hacer quejas sobre que un mini de cerveza pueda costar 9 euros en algunos festivales ya que la situación económica de la gente no es que esté muy bien que digamos con el tema de la crisis pandémica.
Tokens
A raíz del punto anterior, muchos de los festivales que conocemos de este país, utilizan este método de pago. Algunos los han subido aunque otros los han mantenido al mismo precio pero incrementando los precios de las cosas que podemos adquirir con estos. A esto hay sumarle que, en todos los que emplean este estilo, no te dejan recuperar el dinero de los tokens que sobran (en caso de que ocurra), algo que, en estos días, no es que sea plato de buen gusto porque siempre se agradece ahorrar todo lo que se pueda. Muchos festivales de nuestro país (y de fuera) usan las pulseras-monedero que sí permiten recuperar lo que te sobra (aunque hay que pagar una pequeña cantidad de dinero según he podido ver en varios en los que se da esta alternativa). Aun así, creo que es un método que debería empezar a generalizarse por el bien de los asistentes porque no todos tienen la capacidad económica suficiente para poder comprar más o menos fichas para pedir una cerveza o una botella de agua, siempre y cuando no hablemos de los tokens especiales que solo valían para cerveza como ha ocurrido hace poco en un conocido festival nacional que, en caso de que no te guste la cerveza, tienes que buscar a alguien para que te los cambie y poder pedir algo que sea de tu agrado.
Salubridad y ecología
Es lógico que muchas personas estamos cada vez más concienciadas con el tema de la ecología, por eso, en cierto sentido, está muy bien el hecho de que se tenga que pagar por un vaso de un material resistente y que aguanta bastante para no tener un rastro de vasos de plástico malos aplastados por todo el recinto de un festival. Esta idea está muy bien, siempre y cuando no se engañe tampoco con las supuestas capacidades de los vasos en cuestión (también un tema polémico con varios conocidos festivales de nuestro país). Como bien conocemos muchas personas, el Leyendas del Rock, además de esta opción, te ofrecen la opción de recoger una cantidad X de minis o vasos pequeños vacíos con una consumición gratis de ese tamaño, algo que viene muy bien para las personas que van con un poco menos de dinero en el bolsillo. Por el contrario, son muchas las quejas que hay en muchos festivales sobre un punto básico: las papeleras. En muchos de ellos he llegado a ver fotos de algunas que son de un tamaño un poco superior a la que tenemos en nuestra casa que se llenan en cuestión de minutos por el elevado número de público.
Al hilo de hablar del Leyendas, parece que tienen otra tradición que nunca falla en todas y cada una de sus ediciones: la falta de limpieza en los baños. Creo que este caso no se da solamente allí. Por suerte, en otros como el Resurrection Fest, es raro el baño que no parece sacado de una canción de grindcore. Es cierto que la gente debe de ser un poco civilizada y dejar de hacer guarradas como llenar la puerta de un baño portátil con algo nada agradable (no lo pongo literal pero creo que todos sabemos a lo que me refiero) pero, también sabemos todos que es realmente insalubre que estén así, ya que esos olores encerrados durante tantas horas en algo a lo que le da el sol durante tanto tiempo, pueden provocar más de un problema. Esperemos que las críticas de los asistentes y textos así ayuden a cambiar las cosas.
Grupos en los carteles que se caen
Algo que ha sido el pan de cada día durante este año han sido las caídas de giras por numerosos motivos de grupos internacionales en nuestro país, algo que también ha llegado a los propios festivales. Sin ir más lejos, el caso más sonado de todos ha sido el de Korn en Resurrection Fest que dejó plantado a todo el público el mismo día que actuaban (según el grupo no les arrancaba el avión privado), aunque ha habido muchos más en otros, como Manowar en el Barcelona Rock Fest o Whitesnake en el Rock Imperium. Cuando ocurren cosas así, no entiendo todavía el motivo, mucha gente decide descargar su ira contra la organización porque el grupo que querían ver no va a hacerlo al final. A ver si pensamos con dos dedos de frente porque, si un grupo dice que no va a tocar, es cosa del propio grupo (salvo raras excepciones), aunque luego se maquille en los comunicados que luego llegan a los fans. Es lógica la frustración de no poder ver a quien quieres invada nuestros cuerpos, pero hay que descargarla con los que realmente la merecen que son los grupos si es por motivos que merecen una colleja bien dada.