La hora del concierto se acercaba, era sábado 2 de abril. Primero del mes y pisando fuerte pues se venía un concierto que iba a superar muchas expectativas. Pero antes de partir, mi colega Dani y yo nos preparamos para el evento con un poco de zumo de cebada y cigarros de té verde. Listos, en sintonía con lo que se venía, partimos hacia la tierra prometida.
Nada más y nada menos que la sala Hysteria, situada en Argüelles, una zona ya frecuentada por nosotros, por lo que sabíamos que iba a ser algo bueno.
Obviamente, no podíamos llegar al sitio sin que nos pasara algo en el camino. Parece que el universo observa cada paso que damos para lanzarnos todas las interacciones posibles con gente rara, yonkis y demás fauna del sitio. Esta vez fue uno que, como lo que normalmente nos pasa, al vernos las pintas viene directo, incluso sentándose en el metro con nosotros.
Fueron tan solo 30 minutos de viaje, pero en todo el tiempo transcurrido. Esta persona repitió las mismas preguntas alrededor de unas 500 veces, ”¿vamos al concierto?, Soy de Barna, ¿vamos al Hysteria?, soy de Barna, ¿vamos a…”. Se ve que la mezcla de tranquilizantes con alcohol no es buena para el cerebro, pues culminó la trayectoria meando en medio de la calle principal a plena luz del día, momento que aprovechamos para salir por patas y no volver a ver a ese individuo nunca más.
Un poco desconcertados después de un momento tan aleatorio, llegamos al Hysteria donde nada más llegar, una cerveza apareció en nuestras manos como por arte de magia. Disfrutando del buche que le acabábamos de dar, el primer grupo sube al escenario. Eran a banda encargada de abrir el cartel de hoy, BajopresióN.
Sin ningún miramiento proceden a dar un concierto como mejor saben, el primer tema suena impactante, compacto y dejando el listón de lo que será este evento muy alto. Las voces de heavy metal más clásico resonaban por toda la sala como si una invocación ritualística
de la fiesta se tratase. Los músicos se saben cada milisegundo de cada composición, haciendo una ejecución semi perfecta la cual fue muy disfrutable de ver y escuchar. Proceden a tocar su tema ”Límites del Miedo” con un final apoteósico con un alto mantenido por el vocalista, una nota que resonó en cada esquina de mi cerebro, dejándome completamente perplejo ante tal técnica. Sonidos muy melódicos con un referente tal como Iron Maiden, con guitarras muy bien tocadas y melodías pegadizas.
Si tuviese que destacar una cosa del concierto a parte de lo bien tocado que estaba, era que realmente se les daba muy bien enlazar las canciones, crear expectativa y, en general, impresionar al oyente. Una increíble mención al bajista del grupo, ya que su energía era
absurdamente contagiosa, no paré de moverme en todo el concierto y el momento de la penúltima canción en la que el cantante coge el mástil del bajo procediendo a tocar ambos el tema fue increíble. Muy buena interacción con el público con su último tema, pidiendo que todos cantamos el estribillo con su ”ponte en pie”, proponiendonos ”Que se escuche hasta en Alcorcón”. Nos tenían ganados, me volteé a mirar a Dani y estaba con una sonrisa digna del concierto, consiguiendo una púa al final lanzada por la banda.
Después de tremenda presentación, nos disponemos a retomar el ritmo con un kalimotxo bien fresquito digno de la música que se estaba escuchando. El siguiente turno le tocaba a Rabia Perez. El concierto se hizo esperar ya que hubo un par de problemas con el sonido, nada lejos de lo que puede llegar a pasar normalmente, pero después de esta espera (la cual no fue en vano ya que se aprovechó para seguir bebiendo) por fin subieron al escenario. Un sonido crudo e impactante con pinceladas de Arch Enemy en el sonido empezaron a salir por los amplificadores y altavoces, música muy enérgica que era lo que pedían la noche y las ganas. Un dato a mencionar es que llevaban una segunda cantante la cual se estrenaba en este concierto, cubriendo todos los guturales que podía hacer de una forma desgarradora. Con temas tan épicos como Soldado de Honor y Reflejos. Era una lástima el sonido ya que por algún motivo habían muchos acoples y demasiado volumen en algunas partes.
Lo único que me dejó un poco desubicado fueron las composiciones instrumentales en referente a la voz principal, ya que por separado, los músicos podrían tener una banda de death metal súper tight con riffs riquísimos, pero la voz en muchas estribillo bajaba el nivel de lo que podría haber llegado a ser el tema, más que nada por la mezcla de vocales limpios con guturales de forma contínua sin un planteamientos más redondo y en conexión con la instrumental. Aún así eso no hizo que no disfrutamos de un concierto por todo lo alto.
Concluye el directo de Rabia Perez y mi colega y yo decidimos salir a por una birra esta vez fuera, para acompañarla del cohete que llevaba en mi pantalón, con un billete directo a saturno y más allá. Momento que aprovechamos para reflexionar sobre lo que estamos viendo y experimentando. Un buen concierto de metal acompañado de una trayectoria sin haber salido juntos por esa zona, estaba claro que esa noche iba a estar para disfrutarla.
Después de esta breve pausa era el turno de Sun Of The Dying. Sinceramente, como fan del Doom Metal que soy, no me esperaba lo que estaba a punto de presenciar. Con riffs al más estilo de Tristania en su primer trabajo, afinaciones bajas, ritmos lentos y voces desgarradoras, empezaron el concierto con una expectación brutal. Composiciones apoteósicas y largas, parten con un blast-beat en mitad del tema el cual me deja perplejo. Eran 6 integrantes y así sonaba la música, grande, emotiva, hecha con mucho cariño. Puede que para idea de concierto en la que todo el mundo está saltando y moviéndose no fuese el indicado, pero para mí (quien llevaba una camiseta de Sunn O))) puesta), era una experiencia que necesitaba tener en ese momento y quien la disfrutó lo hizo mucho. La expresividad del cantante me parecía la idónea, llegando a derrumbarse de rodillas en un tema mientras los músicos acompañaban la soledad y tristeza de sus palabras con cada nota. Realmente fue un concierto que disfruté mucho.
Ya llegó el momento de las votaciones, para ver cuál iba a ser la banda clasificada para ir a la final de este concurso del Leyendas. Y la más votada fue nada más y nada menos que BajopresióN, por ese espectáculo digno de festival que dieron. Esperamos que les vaya genial en la final, y si todo va bien, allí estaremos para verlo.
Después de la votación era el turno de JOLLY JOKER de salir al escenario. Con la estética más ochentera que vimos en toda la noche, subieron al escenario pateando culos desde el minuto 1. Fue el concierto más largo ya que eran los cabeza de cartel. Tocaron temazos como ”I don’t Care”, ”Blood Velvet” y ”Sky Is so High”. con sonidos a lo Motley Crue, Whitesnake, Poison, cada composición era más cañera que la anterior. Probablemente uno de mis momentos favoritos del concierto fue cuando el cantante le proporcionó un buen sorbo de Jack Daniel’s al bajista mientras el guitarra estaba haciendo uno de los solos más atronadores que pudo hacer en toda la noche.
Personalmente, un servidor ya no escucha tanto Hard Rock como solía y es verdad que no es de mis estilos predilectos, pero si vas buscando Hard Rock del bueno, cañero, sin tapujos y con más adrenalina de la que puedas abarcar, Los JOLLY JOKER son una apuesta segura. Y después de este concierto tan puro y etílico, nos invitó a pasar el resto de la noche como se merecía, con más música, más alcohol, más plantas y mucho movimiento. Sin duda,
una buena noche.
Un abrazo!!
Por: Aarón Vázquez