Prácticamente 2 años desde que asistí a un concierto sin que la gente estuviera sentada, con un aforo exageradamente pequeño y lo peor de todo… sentados. Pero este Jueves 3 de Marzo en la sala El Perro de la parte de atrás del coche de Madrid ha sido la excepción, 2 años también desde que el cabeza de cartel de hoy no tocaba en directo y se nota todo el ensayo que ha habido desde entonces.
Si hubiese una palabra para describir este concierto sería ”dinámico”, en esta noche vimos a un True Enemy maduro, con ganas de vivirlo y sobre todo, bien tocado. Fue un directo de unos 45 min pero se hicieron más cortos de lo que pensaba.
Acompañado de unos amigos, mientras sosteníamos unas cervezas, ansiosos por escuchar música en directo, empezaba a sonar una música western, que nos transportaba directamente a un film de Tarantino. Con esta intro se presentan en el escenario, subiendo todos en silencio mientras la sinfonía enriquecía nuestros oídos.
Nada más terminar la intro, sin una sola palabra True Enemy empiezan a hacer lo que mejor se les da, tocar música con un dinamismo increíble, con influencias medio stoner, medio heavy rock a lo Volbeat, empiezan a levantar la sala como todos estábamos esperando. Este evento da presentación a su nuevo trabajo ”Vultures” y se dedicaron mayoritariamente a este repertorio. Aún así después de 2 canciones tocan una del primer trabajo, ”You Are a Bastard”, con una intro tétrica la cual supieron romper muy bien, reforzando las subidas y explotando con los coros, aquí vi la limpieza que tenían en la ejecución de las canciones.
Una cosa que tengo que apuntar, me pasó en varios temas, fue en los momentos más altos de estas, cuando estaba empezando a sentir estas canciones dentro de mí, rodeándome de un maravilloso entorno y la sintonía de la sala, muchas veces cortaban las canciones ahí, lo que me hacía quedarme con ganas de más. Realmente lo valen mucho cuando entran todos en este vórtice entre jam y canción. Por mí, como público que disfruta de canciones mantráticas y jam session, podría haber escuchado esos temas por 10 minutos perfectamente (No me paguéis por la idea, anda).
Después de unos temas con varios momentos ”tupatuppa” (los cuales me sirvieron para iniciar un pequeño pogo entre mis colegas), procedieron a tocar el single que presenta este disco, “On The Verge”. Para mí esta canción fue la energía que le faltaba al concierto, la guinda del pastel, se podían escuchar voces de gente cantando el estribillo todo lo alto que podían y yo estaba perplejo cuando, de repente, estallaron la canción con un blastbeat en el mejor momento. Un blastbeat que alargaron lo que tenían que alargarlo para quedar todos perplejos y llenos de emoción.
Lo único que tengo que decir realmente que me llamó menos la atención fue la voz del cantante, no porque no cantara bien, ni mucho menos, sino por la falta de variedad de melodías que habían. A veces eran un poco repetitivas pero lo arreglaban bastante bien con la estructura de las canciones. A parte del hecho que llevaban 3 guitarras, con esta herramienta podrían haberse explayado muchísimo más en las armonías de las canciones así como hacen Iron Maiden o grupos que también llevan 3 guitarras, aún así los temas sonaban bien compacto, cuando un miembro hacía la guitarra solista, no bajaba nada la dinámica al estar 2 más haciendo el acompañamiento.
Para finalizar la noche, tocaron un cover que no me esperaba para nada y disfruté cada nota de él. Nada más y nada menos que Train Kept a Rollin’, haciendo bailar y moverse a todo el mundo cantando al son. No contentos con esto, el público pedimos un bis que complacieron perfectamente, con un solo de guitarra esta vez sí, armonizado por un momento, y terminando dando las gracias y recordando las ganas que tenían de salir al escenario, por fin.
En conclusión un concierto directo, sin miramientos y muy compacto. Si vas a ver True Enemy en directo, sabes a lo que vas.
Un abrazo!!
Aarón.